En el maratón de Varsovia se vivió una de las imágenes más angustiantes del deporte. Recho Kosgei estaba a 800 metros, pero no pudo terminar la prueba debido a que las piernas ya no le respondieron.
La keniana se cayó al piso. Intentó una y otra vez ponerse de pie, pero no tuvo éxito.
Después de unos instantes, el eslovaco Marek Hladik se detuvo para intentar ayudarla, pero todo fue en vano y siguió su trayecto.
Una de sus rivales ni siquiera la miró y siguió de largo.
Los organizadores no la asistieron a pesar de que estaba tendida en el piso, sino hasta que llegaron las asistencias médicas, según informaron los medios polacos.
Información: Excélsior
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