Un niño de siete años declaró frente a la cámara del teléfono de su hermana que tiene ganas de morir y encontrarse con Dios, con tal de no volver a ser golpeado por un compañero de la escuela. Sus palabras conmocionaron a toda Francia.
“Hola, soy Charlie, tengo siete años, voy al colegio Notre Dame de Verdún. Desde hace algún tiempo, un niño que se llama Nathan me pega todo el rato y ahora le pega también a mi hermano pequeño. Estoy harto de ese niño. Quiero que deje de pegarme todos los días. Quiero encontrarme con Dios para siempre y que él deje de pegarme”, dice.
El clip fue publicado en el perfil de Facebook de su hermana y aunque tiempo después fue eliminado, ya se había viralizado y Charlie se había convertido involuntariamente en el rostro viral del acoso escolar. Según cuenta su madre, la directora del Colegio ha hecho lo que puede, pero el menor continúa siendo golpeado a falta de vigilancia total.
“Hace ya más de un año que Charlie empezó a llegar a casa quejándose; traía los cordones arrancados, el abrigo desgarrado, moratones… Cuando le preguntaba qué había pasado, me decía que se había caído. No tenía apetito y a veces me decía que no quería ir al colegio“.
Tristemente, “hay una gran diferencia entre la sensación del niño y la realidad judicial”, explica el abogado de la familia, pues los hechos que se han probado en la investigación no son suficientes para calificarlos de acoso.
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Información: Multimedios
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