De lejos, parecía una madre sacrificada, que tenía que ingeniárselas hacer las compras cargando a su bebé en brazos. Pero en verdad la escena era completamente diferente.
Los empleados de seguridad del supermercado ubicado en el municipio de Tlalnepantla, estado de México, notaron que había algo raro al verla salir, así que la retuvieron y la obligaron a volver a la tienda. Entonces, uno de ellos comenzó a filmar con su celular. “Sácalo”, le dijo.
La madre se negaba. “Deja de grabar”, suplicó. Pero el guardia no tuvo contemplaciones. “No vas a poner condiciones”, le respondió.
Acto seguido, la mujer sacó de su ropa dos baterías de auto valuadas en unos 225 dólares. Las había ocultado debajo de la manta que cubría a su bebé, al que usó como escudo.
Con información de Infobae
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