Un Tribunal de Chicago, Illinois, Estados Unidos, negó la libertad a Jesús Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, quien había solicitado la misma a través de una moción, sin embargo, la justicia de EE.UU. alegó que el narcotraficante sinaloense “no ha establecido razones extraordinarias y convincentes que justifiquen su liberación”.
Según lo informó el diario Milenio, el hijo de Ismael Zambada García, alias El Mayo, líder del Cártel de Sinaloa, había expuesto que su “reducción de condena” se tradujera en su liberación inmediata, argumentando que se hallaba en peligro “bajo la amenaza planteada por la pandemia de covid-19”.
El 30 de mayo del 2019, Zambada Niebla fue sentenciado a 15 años de prisión en la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois. En aquella audiencia, tras ser capturado en marzo del 2009, el capo sinaloense ya había cumplido con 10 años de prisión, por lo que se espera sea liberado en el 2024.
Sin embargo, el Tribunal que le negó la libertad adelantada a “El Vicentillo”, presentó “la respuesta instantánea y adjunta de los archivos médicos” de Zambada Niebla, los cuales fueron enviados por la Agencia Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) en los que se descarta el riesgo de que el acusado contraiga COVID-19.
En el documento elaborado por el fiscal John R. Lausch y la asistente Erika L. Csicsila, reconocen que el acusado ha brindado información constante y veraz al gobierno de Estados Unidos e incluso destacan su participación, en enero del 2019, como testigo en el juicio contra su compadre y ex socio, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias El Chapo.
El fiscal y la asistente alegan que debido a esa cooperación de “El Vicentillo” con las autoridades de EE.UU., es que el juez de distrito Rubén Castillo lo condenó a pasar solamente 15 años en prisión, cuando los crímenes cometidos por él entre 1992 y el 2008, cuando trabajó de la mano de su padre “El Mayo” Zambada García, y “El Chapo” Guzmán Loera, le alcanzaban para una sentencia a cadena perpetua.
Lausch y Csicsila explicaron, además, que la BOP implementó un plan de acción para evitar la propagación del coronavirus en prisiones. Eso incluye la formación de un equipo de trabajo que se mantiene en coordinación con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), con medidas como la de suspender las visitas -tanto las sociales, como legales-, el movimiento de presos y viajes de personal, así como poner en cuarentena a los reclusos y el personal que manifieste síntomas.
Además, el fiscal y su asistente argumentan que Zambada Niebla no tiene 70 años de edad o ha cumplido al menos 30 años de prisión, ni el director de la BOP ha manifestado que el acusado ya no es un peligro para la seguridad de ninguna otra persona o la comunidad, que serian las razones “extraordinarias y convincentes” que justificarían su liberación.
“El Vicentillo” fue condenado el 30 de mayo del 2019, a 15 años de prisión, por delitos relacionados con el narcotráfico. Sin embargo, sólo cumplirá máximo tres años de dicha condena, ya que se le contarán los 10 años que ha permanecido en prisión, tanto en Estados Unidos como México, y se beneficiará por su buena conducta en este tiempo.
“Desde mi punto de vista usted no vendió al ‘Chapo’ Guzmán, sino que cooperó con la justicia de Estados Unidos de América”, le dijo Rubén Castillo, juez de Distrito asignado al caso, al capo sinaloense, durante su audiencia de condena.
El pasado 20 de mayo, los fiscales federales de Chicago, recomendaron una sentencia de al menos 17 años de prisión para “El Vicentillo”, quien el 9 de noviembre del 2018 se declaró culpable en la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois, de haber colaborado en las operaciones de narcotráfico de “El Chapo” Guzmán Loera.
El Gobierno estadounidense afirmó que la ayuda de Zambada Niebla “no tuvo rival” y que la misma comenzó luego de que el sinaloense fuera extraditado a EE.UU. en febrero del 2010, concluyendo durante su testimonio en el juicio contra su compadre y ex socio, El Chapo”, en enero de este año.
Pero, además, el hijo de “El Mayo” Zambada García ayudó en múltiples operaciones contra capos del Cártel de Sinaloa, cómo contra Dámaso López Nuñez, alias “El Licenciado”, y su información fue usada por fiscales de Texas, Brooklyn, Manhattan, sur de California, y Washington, DC.
Asimismo, la cooperación de “El Vicentillo” con la Fiscalía de Chicago, ayudó a que en noviembre del 2012 fueran grabadas llamadas donde los hijos de “El Chapo”, los Guzmán Salazar, hablaban de negocios ilícitos relacionados con el tráfico de drogas.
En noviembre del año pasado, Zambada Niebla admitió ante el juez Rubén Castillo, varios cargos de narcotráfico que le fincaron desde 2003. Su declaración incluye, además, haber traficado toneladas de cocaína y heroína hacia Estados Unidos usando todo tipo de vehículos, desde submarinos hasta aviones jumbo.
El documento con el que el hijo de “El Mayo” admitió su culpabilidad, también reconoce el uso de armas tipo militar en las operaciones de tráfico y para ejercer violencia, así como amenazas contra grupos rivales, informantes o policías.
“El Vicentillo” se declaró culpable justo cuando comenzaba el juicio contra Guzmán Loera en Nueva York, en el que también testificó Zambada Niebla, ya que estaba cooperando con las autoridades estadounidenses tras declararse culpable en 2013, cuando firmó un acuerdo con la Fiscalía de Chicago.
“El Vicentillo”, nacido en Culiacán, fue detenido el 18 de marzo de 2009 en la Ciudad de México, luego de sostener un encuentro con agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en el hotel Sheraton de Paseo de la Reforma, ubicado a un costado de la Embajada estadounidense en México.
Zambada Niebla fue extraditado a Estados Unidos en febrero de 2010, y trasladado a una prisión de máxima seguridad en Michigan, acusado de ser un alto miembro del Cártel de Sinaloa, de conspirar para poseer y traficar drogas desde Centro y Sudamérica, así como de conseguir armas para atacar oficinas públicas.
El 7 de enero del 2019, “El Vicentillo” afirmó durante la última de las tres jornadas de su testimonio contra el antiguo socio de su padre, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, que este “no es su enemigo”, pero tampoco “un mito” como cree que pretende demostrar la defensa del acusado por narcotráfico durante su juicio en Estados Unidos.
El hijo de “El Mayo” se despidió cordialmente de su “compadre Chapo” con una reverencia, que el acusado correspondió tras 14 horas de testimonio en la Corte del Distrito Este de Nueva York. “Mi compadre Chapo no es mi enemigo”, aseveró el testigo tras la acusación del abogado de la defensa, Eduardo Balarezo, de que la información que estaba aportando en el juicio lo convertía en adversario de Guzmán Loera.
“Él sabía que testificaría [en contra] porque me declaré culpable cuando él estaba libre, con mi padre, y me comprometí a cooperar con la Fiscalía […] No veo el futuro y no sabía que mi compadre Chapo estaría aquí. No es mi enemigo”, aseguró Zambada Niebla.
Con información del Zeta