Sergio Pérez cumplió un sueño en el día inaugural del trazado del Autódromo Hnos. Rodríguez, logró manejar un BRM propiedad del legendario piloto Pedro Rodríguez en la pista que costó alrededor de 50 millones de dólares.
“Checo” conoció por primera ocasión la pista completa a bordo de un auto que era prácticamente desconocido para él, debido a que los F1 de hace más de cuatro décadas no contaba con las adecuaciones técnicas que poseen los bólidos actuales.
Tras dar tres vueltas a la pista, el piloto tapatío reconoció que la recta principal será benéfica para el motor Mercedes que posee su Force India, ya que se adapta mejor a las circunstancias que ofrecen los más de 300 metros de cinta asfáltica.
“Con la recta larga podemos aprovechar el motor Mercedes que traemos, sin embargo, las curvas son lentas y otras rápidas, va a ser difícil encontrar un balance en esta pista”, explicó Pérez.
“Va a ser un reto importante, tener la recta larga te quita agarre en los neumáticos. No puedo decir que tan demandante va a ser físicamente hasta que corra el auto aquí”, dijo luego de presentar el casco ganador hecho por un diseñador mexicano a través de un concurso de uno de sus patrocinadores.
Al no conocer el BRM, “Checo” tuvo algunos problemas al arrancar el auto y se le vio un tanto lento, debido que sentía resbalosa la pista en ciertos sectores.
“Me emocioné mucho en la pista, por más que no quería pisar el acelerador algo me motivaba a hacerlo. La entrada al estadio me la imagine llena de gente, todo el apoyo que nos den aquí en México nunca lo hemos experimentado”, concluyó.
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