Guamúchil, Sinaloa.- En esta etapa crítica de la humanidad en que el fenómeno migratorio pasa por cambios radicales (el Brexit en Europa, Siria en guerra, Trump en Estados Unidos, Venezuela en crisis político-social, Cuba abriéndose al mundo), cobran especial relevancia las organizaciones que apoyan a los migrantes.
En 30 naciones de los 5 continentes, entre éstos México, Estados Unidos, Guatemala, Argentina, Brasil, Australia, Italia, Filipinas, Indonesia, Vietnam, Japón y Taiwán, los Misioneros de San Carlos-Scalabrinianos se ocupan en sensibilizar a las sociedades en torno a la migración, y además, ayudan a aquellos que dejan todo en su tierra para buscar mejores oportunidades o que, en peores circunstancias, sufren desplazamientos forzosos.
Esta congregación de sacerdotes y laicos católicos, fundada en 1887 en Piacenza, Italia, por el hoy beato Juan Bautista Scalabrini (1839-1905), dedica su apostolado a los extranjeros en desamparo. En México tienen cuatro Casas del Migrante: en Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Tapachula, en donde ofrecen hospedaje, alimentación, atención médica, capacitación laboral en derechos humanos, y guía espiritual y moral a quienes intentan cruzar por las fronteras.
DE CHOIX PARA EL MUNDO.
Entre los 50 sacerdotes mexicanos de esta orden religiosa que tiene pastoral en los cinco continentes, figura el padre Tomás Eduardo Ruiz Miranda, de 43 años, nacido en Choix y criado en Los Mochis, Sinaloa, y que desde hace años desarrolla su ministerio en Sídney, Australia.
Hijo de Tomás Ruiz Valdez (+) y Carolina Miranda Bobadilla y hermano de Rafael, Guillermo, Héctor, Francisco, Irma, Jorge, Mayra y Laura, el joven Tomás cursó el bachillerato en el Cecyt y se graduó en Contaduría Pública por el Instituto Tecnológico de Los Mochis.
En su época de estudiante se enteró de los misioneros scalabrinianos por un religioso que vino a la ciudad para hacer promoción vocacional. Aunque Tomás pertenecía al grupo de jóvenes de la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima, la noticia de su interés por las cosas de Dios tomó por sorpresa a la familia.
No obstante, apenas terminó la carrera universitaria, el joven ingresó al Seminario de San Carlos en Guadalajara; allí estudió tres años (1996-1999) y luego pasó al Noviciado en Purépero, Michoacán, donde hizo su primera profesión religiosa, en noviembre del año 2000.
Poco después le enviaron a continuar sus estudios de teología e inglés en Manila, Filipinas. Allá se ordenó diácono el 8 de diciembre de 2006, y el 6 de octubre de 2007 hizo su profesión perpetua. El 22 de diciembre de 2007 en la Parroquia de Fátima de Los Mochis, Tomás Eduardo Ruiz fue ordenado sacerdote por el entonces obispo de la Diócesis de Culiacán, Benjamín Jiménez Hernández..
Posteriormente, le asignaron misión como vicario en la Parroquia de Nuestra Señora del Monte Carmelo, de Sídney, Australia, donde permaneció un año; luego volvió a Manila por tres años como vicerrector del Seminario Menor, y después fue promotor vocacional por cuatro años.
En seguida el religioso sinaloense fue nombrado capellán para la comunidad de habla hispana en la Arquidiócesis de Sídney. Esa responsabilidad ocupa actualmente.
EL DÍA COTIDIANO DE UN MISIONERO.
En entrevista a Revista Puntualizando durante sus recientes vacaciones en Los Mochis, el padre Tomás confiesa que lo más difícil de su apostolado es el encuentro con otras culturas, en particular por la barrera de los idiomas. Aun así, es gratificante compartir con los migrantes sus vicisitudes y esperanzas.
Comenta que en los últimos años el flujo migratorio hacia Australia lo encabezan estudiantes internacionales que van a estudiar inglés con la posibilidad de quedarse allá a trabajar. La mayoría provienen de Colombia y recientemente también de Venezuela, que ahora vive un caos.
La jornada cotidiana del misionero scalabriniano inicia muy temprano con oración; a lo que siguen las actividades propias del sacerdote, como confesar, visitar enfermos, oficiar funerales. Al mediodía de lunes a viernes, come junto a sus hermanos misioneros, y más tarde cada quien se dedica a sus tareas individuales, ya en escuelas y centros de formación, en hogares de tránsito, centros misioneros, parroquias y medios de prensa, centro de estudios migratorios, misiones y hogar para los marinos, hogar para migrantes ancianos, o en la coordinación de pastoral migratoria de las diferentes diócesis.
El padre Tomás volvió a Sídney a continuar su misión, y cualquier persona puede conocer más de su congregación en diferentes portales. En México tienen el sitio www.migrante.com.mx y la página de Facebook: Vocaciones Scalabrinianas Gdl.
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