Un Tribunal Federal ordenó la inmediata libertad de nueve de 12 agentes de la extinta Policía Federal que fueron sentenciados por su responsabilidad en el delito de homicidio en grado de tentativa contra dos agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, y de un elemento de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar).
Los ex agentes fueron acusados por la entonces Procuraduría General de la República (PGR) de intentar matar a los estadunidenses Stan Dove Boss y Jess Hoods Gardner, así como al capitán de fragata Fabián Molino Yera, quien conducía un vehículo con placas diplomáticas, en las inmediaciones de Tres Marías, en la carretera federal México-Cuernavaca, el 24 de agosto de 2012.
Ese día los agentes de la CIA resultaron heridos de bala en el tramo de Tres Marías, tras ser confundidos por los federales como secuestradores.
Funcionarios federales consultados revelaron a MILENIO que hasta el momento dos ex policías ya abandonaron las cárceles donde se encontraban y el resto continúa con el trámite administrativo.
La orden se dio en cumplimiento al amparo otorgado a los quejosos por el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Décimo Octavo Circuito, en contra de la sentencia que les fue dictada el 30 de octubre de 2019.
Los únicos agentes que permanecerán en prisión son Francisco Humberto Segovia Domínguez, Héctor Francisco Martínez Leyva y Raúl Sánchez Fonseca, a quienes se les ratificó la pena de 16 años de prisión.
La magistrada ordenó la liberación de Carlos Sánchez Durán, José Uriel Garrido Franco, Jorge Alberto Vargas Camacho, quien ya dejó la cárcel, al igual que Ranulfo Ruelas López; Emir Suárez García, Ángel Mauricio Sotelo Martínez, Tomás Romanillo Armenta, Rafael Rivera Córdova y Gerardo Ramírez Garduño. A todos ellos se le impuso una pena de 10 años seis meses de prisión, la cual se tuvo por compurgada, por lo que se ordenó su inmediata libertad, aunque deberán cubrir de manera solidaria el pago de un millón 810 mil 900 pesos, por concepto de reparación del daño por lo que respecta al delito de daño a propiedad ajena.
También se reiteró la absolución de Juan Manuel Pacheco Salgado, por el delito de encubrimiento; de Ivonne Moreno Romero y José Cruz Ortega, del delito de homicidio calificado en grado de tentativa y daño en propiedad ajena. Estas tres personas ya habían recobrado su libertad hace un par de años. Asimismo, se ordenó la restitución de los derechos políticos de cada uno de los beneficiados con la sentencia.
MILENIO publicó que los elementos denunciaron que fueron interrogados en la PGR por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y de la Administración de Control de Drogas (DEA), sin la presencia de un abogado.
Además, los agentes norteamericanos Stan Dove Boss y Jess Hoods Gardner nunca rindieron declaración, solo el mexicano Fabián Molino Yera.
El ataque al vehículo, declararon los agentes federales, derivó de una confusión, cuando realizaban un operativo para localizar a los secuestradores del ex director de Protocolo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Salvador Vidal Flores López, en las inmediaciones del poblado de Tres Marías.
El 24 de agosto de 2012, en el kilómetro 50+500 de la carretera Federal México-Cuernavaca, los agentes dispararon contra el vehículo Toyota Land Crucier modelo 2010 (camioneta blindada con placas diplomáticas BCM-242 expedidas por la Secretaría de Relaciones Exteriores), en la que iban los agentes de la CIA y el marino.
Los federales negaron que su intención haya sido matar a los tripulantes del vehículo, sino que se encontraban en un operativo antisecuestro.
Información: Milenio