Muy fuerte es la preocupación de la clase política priista de la capital del estado, que aunque por todos es sabido que Culiacán y los ‘culichis’ no se rajan; «los ánimos se empiezan a cuartear ante una inminente imposición».
Jugarla en la capital sinaloense donde se concentran prácticamente todos los poderes, y juntos a éstos, la mayor cantidad de votos para la gubernatura en el 2021; no es cosa menor, razón por la cual, los ánimos están que arden no solo en el PRI, sino también en: Morena, PAS, PAN, incluso en el nuevo partido de Redes Sociales Progresistas.
Por lo pronto, las estructuras básicas del PRI no saben que es lo qué pasa, en virtud de que cada vez es más fuerte el ‘run run’ de que el equipo principal del gobierno del estado, auto denominados, “Puro Sinaloa” liderados por el gobernador Quirino Ordaz, pudieran ocupar los principales candidaturas a disputarse en la ciudad capital. Hablamos de la presidencia, las diputaciones locales y federales.
Las cosas se le alinean al “primer priista” en Sinaloa para poder justificar con argumentos, el por qué incrustar a su equipo de novatos funcionarios como candidatos a los diferentes espacios, todo por consecuencia del desgaste y falta de credibilidad del partido, además porque la sociedad lo menos que espera es que los partidos nominen a gente joven, es decir, rostros frescos que sumen socialmente hablando, y lo más importante; que no tengan manchas en su historia de vida.
En su calidad de gran elector, “el gober” pudiera jugarse la presidencia municipal con Ricardo Madrid Pérez, actual secretario de desarrollo social en el estado (muy joven pero también novato), Erika Sánchez Martínez diputada federal –con mejores tablas que el primero– y en un tercer momento, con Rosa Elena Millán Bueno, quien indiscutiblemente pese a su malograda senaduría en el 2018 ha estado invariablemente en los ánimos del gobernador.
Tanto Erika Sánchez como Millán Bueno, llevan doble mano y una vez más les podría favorecer la equidad de género.
Ante éste escenario impositivo, las bases se preguntan: ¿dónde quedan los dispersos integrantes del «Grupo Culiacán»? Comenzando por quien se le veía como su líder, Aarón Rivas Loaiza (perfil mesurado y de resultados), el ex diputado, Noé Cruz Heredia, José Antonio “Tony” Castañeda, Antonio “Toño” Quintero, Alfredo “Alfredito” Valenzuela, Oscar Valdez, entre otros. El caso de Sergio Torres como operador y pilar de éste grupo, es sabido que está a solo un pie fuera; incluso del PRI, y a Jesús Valdés presidente estatal de su partido, no le alcanza el tiempo más de para tratar de quitase tanto golpe.
¿Dónde queda Manuel “el negro” Osuna? que tiene su gente firme en líderes de colonias y sindicaturas. ¿Qué lugar le darán a Ivanjov Valenzuela Pérez? Talento que ya demostró que las puede por aire y por tierra, incluso a través del PVEM a diputado y que aunque no ganó, es de lo más rescatable de la pasada elección de 2018. Para Faustino Hernández líder campesino de personalidad vitriólica, su mención es punto y aparte porque Culiacán no concibe ni tan siquiera un alcalde capitalino de sombrero, ¿o sí?
Las cosas así comienzan a pintar en Culiacán, muy revueltas y turbias se ven sus aguas, esperemos por el bien de la gente de abajo, no se equivoquen en su elección de candidatos porque la desbandada podría ser grande y el resultado catastrófico.
Con respecto a Morena, lo que les podemos asegurar que si los altos mandos quieren ganar de nuevo en la capital, lo último en lo que están pensado es en jugárselas con don Jesús Estrada Ferreiro, el hombre más popular de Culiacán sí, pero también el más vilipendiado. Así que no relaman las manos con esa “papilla” de escenario, que además ya está buscando candidaturas ciudadanas.
Los que tienden a fortalecerse y dividir más Culiacán, son los simpatizantes del novel partido Redes Sociales Progresistas, que ya traen como su seguro candidato para que haga fórmula con el ex secretario general de gobierno Gerardo Vargas Landeros, a Eduardo Barrantes que recorre todo el municipio llevando diversos apoyos, sin descartar la suma a éste proyecto, la figura del excandidato independiente y dirigente de la CANIRAC, Miguel Taniyama.
Por el PAS, que para muchos pudieran dar la sorpresa en el próximo proceso ante la rivalidad del PRI-Morena, PAN-Morena, quienes también como mínimo apuntan a dividir la votación son la diputada Angélica Díaz de Cuén, o su eterno candidato, Robespierre Lizárraga.
Concluimos que Culiacán por la importancia que para el caso implica, deberá una vez más sacar su madurez política y elegir lo que mejor convenga en las urnas.
Así de sencillo, «Culiacán no se raja, y los ‘culichis’ tampoco».
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