El general Pablo Godínez Hernández, Secretario de Seguridad Pública Municipal, había adelantado que aquellos elementos policiacos que no obtengan resultados favorables en exámenes físicos y psicológicos ya no podrán portar armas de fuego; ahora ante los incidentes ocurridos, en que 11 elementos se encontraron presuntamente involucrados en un homicidio, el funcionario recalcó que la medida se ha reforzado, con la intención de evitar el uso inadecuado del armamento por parte de elementos con problemas de ira y autocontrol, además de problemas de enfermedades.
Enfatizó que por ello se les realizan pruebas psicológicas, y si los expertos detectan alguna situación por la cual no pueden usar armas, de inmediato se procede a retirarles el armamento, esto aparece en su expediente; subrayó que hay otros casos que se dan por prescripción médica, pero en total son un aproximado de 30 policías que no pueden usar armas.
Godínez Hernández señaló que ello no es motivo suficiente para retirarles el cargo, por lo cual continuarán con sus actividades, aunque muchas de ellas se verán un tanto limitadas, ya que no podrán defenderse ante los hampones; de ahí que recalcó que sólo se les asignarán labores como vigilancia o temas administrativos, lo que, aclaró, no es motivo para que sean señalados por el resto de la corporación, o se les modifique su esquema en cuestión de salario.
“Tenemos servicios en los cuales se pueden desempeñar, siguen siendo policías, están en áreas que no necesitan el armamento, los tenemos en las puertas de acceso de la Secretaría, registrando a los visitantes. De los exámenes, se puede decir que son pocos los elementos que quedan pendientes por ser sometidos a éstos, ya que son cinco personas nada más, dos están recién operados, gente que no se puede mover, son los que nos faltan”, detalló.
Con información de el heraldo