En la Misa de Gallo, el papa Francisco le pidió a los 1.200 millones de católicos que no se dejen “intoxicar” con las posesiones materiales.
En su homilía de Navidad, ofrecida en la basílica de San Pedro, el pontífice hizo un llamado para que haya más sobriedad en un mundo obsesionado como “el consumismo y el hedonismo, la riqueza y la extravagancia”.
Durante la misa, que celebró frente a unas 10.000 personas, el Papa indicó que es el tiempo de “descubrir una vez más quiénes somos“.
Hizo un llamado para que los creyentes muestren la misma sencillez que el niño Jesús, “nació en la pobreza de un pesebre pese a su divinidad” para inspirar vidas.
“En una sociedad que con frecuencia está intoxicada por el consumismo y el hedonismo, la riqueza y la extravagancia, las apariencias y el narcisismo, este niño nos llama para que actuemos con sobriedad, en otras palabras, para que actuamos de una forma simple, balanceada, consistente, para ser capaces de ver y hacer lo que es esencial”, indicó.
“En medio de una cultura de indiferencia que se vuelve despiadada, nuestro estilo de vida debería ser devoto, lleno de empatía, compasión y misericordia“.
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