Oswaldo Sánchez, uno de los mejores guardametas de la historia del futbol mexicano, dijo adiós a las canchas este viernes tras 21 años de carrera en la que cosechó triunfos tanto en clubes como en Selección.
El nacido en Guadalajara, Jalisco, se convertirá en una leyenda viviente en el balompié mexicano, donde ganó tres títulos de Liga (uno con Chivas y dos con Santos), aunado a que tiene el récord del jugador con más partidos disputados en la Primera División con 725.
La historia del arquero se comenzó a escribir el 30 de octubre de 1993, cuando debutó en el arco del Atlas bajo la dirección técnica de Marcelo Bielsa; lo que vino después para Oswaldo, fue una carrera en ascenso, al fichar con América, y fue con los azulcremas donde se consolidó como una de las grandes promesas del futbol mexicano, para después dar el salto a las Chivas.
El cancerbero defendió los colores rojiblancos durante 15 torneos, fue bautizado por su afición como ‘San Oswaldo‘, debido a sus espectaculares atajadas que impedían que el Rebaño sucumbiera ante sus rivales.
Oswaldo levantó su primer campeonato en el Apertura 2006, cuando las Chivas derrotaron al Toluca en el Estadio Némesio Diez. Días después, el guardameta dejó el redil y se convirtió en refuerzo de Santos, quien peleaba por la permanencia.
Con los Guerreros de la Comarca Lagunera militó 16 torneos, en donde se coronó en dos ocasiones, la primera en el Clausura 2008 y la segunda en el Clausura 2012.
OSWALDO, TODO UN LÍDER DEL TRICOLOR
Su buen desempeño con sus equipos lo llevaron a la Selección Nacional, donde a base de esfuerzo se ganó la titularidad en el arco. Y es que conquistó dos Copas de Oro (1993 y 2003), hasta que finalmente cumplió el sueño de cualquier futbolista profesional al asistir a tres Mundiales (1998, 2002 y 2006). Sin embargo, la oportunidad de brillar en el arco Tricolor se presentó en la Copa del Mundo de Alemania 2006, cuando Oswaldo Sánchez se presentó a la justa como el arquero titular.
El sueño lo cumplió en medio de un escenario lleno de nostalgia, debido a que previo a su debut en la justa mundial su padre falleció, situación que al final del partido ante Irán dejó
una una estampa emotiva, pues tras conseguir la victoria el arquero se arrodilló y estalló en llanto.
Así, una de las máximas leyendas del futbol mexicano decide poner fin a su carrera, aunque su legado existirá por siempre.
FUENTE: RECORD