El papa Francisco pidió a los obispos que hagan de la iglesia una “casa segura”, ya que “no hay absolutamente lugar en el ministerio para quienes abusan de los menores”.
La carta en la que expresó ese mensaje se publica a seis meses de que Francisco se reuniera con víctimas de abuso sexual cometidos por sacerdotes, para escuchar sus historias.
De acuerdo con la misiva “me sentí conmovido e impresionado por la intensidad de su sufrimiento”, por lo que decidió crear más canales para combatir la pederastia dentro de la iglesia.
Dentro de las acciones de Francisco para prevenir el abuso sexual de parte de los miembros de la iglesia, en marzo de 2013 se instituyó la Pontificia Comisión para la tutela de menores.
Dos de los integrantes de este órgano fueron víctimas de la pederastia.
El Vaticano indica en la carta que la Comisión se reunirá en Roma, para trabajar en mecanismos que erradiquen “el flagelo del abuso sexual de menores y adultos vulnerables”.
En junio de 2014, un sacerdote mexicano fue cesado por el Vaticano debido a que abusó sexualmente de un menor.
Eduardo Córdova Mendoza fue expulsado del “estado clerical”, un castigo únicamente utilizado para los casos más graves.
El del polaco Josef Wesolowski es otro de los casos de pederastia que han sido castigados por la iglesia durante la gestión de Francisco.
El exnuncio de República Dominicana fue separado de su cargo a finales de agosto de 2013, y posteriormente fue sometido a arresto domiciliario en el estado Vaticano por “graves hechos de abuso a menores”.
Todos somos pecadores, llamados a la conversión del corazón.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) febrero 3, 2015
EFE