Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, cayó en desgracia aparentemente por una traición, aunque pesa la versión de que su captura fue pactada, pues no le han tocado un peso de las multimillonarias ganancias que, según la revista Forbes, amasó a lo largo de 13 años de actividad criminal. Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, quizá el más hábil negociador de la mafia mexicana, simplemente murió debido a las complicaciones que le causó un accidente automovilístico, y aunque nadie lo cree, más bien se afirma que se “autodesapareció”.
Pero los vacíos que estos personajes han dejado ya empiezan a llenarse. Ahora el Cártel de Sinaloa, por ejemplo, ha entrenado a una nutrida generación de narcotraficantes que se desplazan en Guadalajara, Sonora, Baja California, Sinaloa, así como en Estados Unidos, varios países de Europa, África y Medio Oriente, al sur de Asia. Admiran a Ismael El Mayo Zambada, a quien consideran el gran padrino de la mafia y el maestro que les enseñó el arte del tráfico de drogas y a cómo mantenerse libres e impunes de él. La mayoría de ellos son hijos de grandes figuras del narcotráfico o tienen líneas de parentesco. Ya están ahí y les dicen los Narcojuniors. (…)
Gente nueva
Joaquín Guzmán se sabía protegido, “lo acompañaban 25 camionetas de escoltas bien armados que se distribuían en su trayecto de la ciudad a la sierra y de una residencia a otra”, afirmó un integrante del Cártel de Sinaloa para esta investigación.
A pesar de que el capo había construido un sistema de túneles que conectaban al menos seis casas en colonias de clase media en Culiacán, Sinaloa, también se trasladaba por tierra en automóviles de lujo y patrullas clonadas, algunos de estos vehículos con blindaje de distintos niveles.
Luego de su fuga del penal de máxima seguridad en Puente Grande, Jalisco, El Chapo se instaló en varios estados de la República, entre ellos Sonora, Chihuahua, Coahuila, Baja California, Durango y Sinaloa. No fue sino hasta 2011 cuando el capo se estableció de manera definitiva en El Dorado, municipio de Culiacán, donde a finales de 2013 se reuniría con su principal socio y compadre, Ismael El Mayo Zambada, para acordar el futuro del Cártel de Sinaloa.
La reunión tuvo lugar en el rancho El Huinacatle, como consta en la declaración ministerial de uno de los dos secretarios particulares y principal escolta de Guzmán Loera. De acuerdo con Carlos Manuel Hoo Ramírez, El Cóndor, en aquella ocasión El Mayo le habría sugerido al Chapo retirarse y dar paso a las nuevas generaciones antes que “inicie una guerra civil dentro de nuestra organización. O les cedemos el control o ellos lo tomarán por su cuenta y riesgo”.
“La entrega estaba arreglada, es evidente” dijo a mediados de septiembre de 2014 un integrante del Cártel de Sinaloa. En aquella charla que sostuvimos, destacó el papel del Mayo como el principal operador de la organización, a quien describe como “un hombre muy humilde que provoca respeto al que lo ve”.
–¿Qué tanto le afectó al cártel la captura del Chapo Guzmán y, recientemente, la muerte de Esparragoza Moreno, El Azul? –se le pregunta al elemento activo de la organización.
–Guzmán sigue operando y El Azul Esparragoza no ha muerto.
–Es decir que El Mayo y El Azul son los que manejan hoy en día el cártel y la plaza de Sinaloa…
–El señor Mayo es el que controla el cártel, usted está hablando con el de Sinaloa.
Era muy joven cuando empezó en el negocio. Actualmente, el lugarteniente que pidió conservar el anonimato a esta investigación tiene 34 años y es una pieza indispensable para el trasiego de estupefacientes en México y gran parte de Europa. “Inicié como escolta del hijo de Don Mayo –dice–, luego empezamos a traficar de a kilo. Hoy ya es muy diferente”.
–¿Cuál es la diferencia de traficar antes y ahora?
–La gente que está allá arriba (el gobierno). En el trabajo hay que andar pilas todo el tiempo, controlando las operaciones por el radio, levantando traicioneros y ajustando las cuentas de la empresa.
–¿Qué funcionarios de las administraciones de Vicente Fox, Felipe Calderón y, actualmente, Enrique Peña Nieto estaban y están vinculados al Cártel de Sinaloa?
–Los mismos que estás nombrando compa, te doy un nombre más: Mario López Valdez (actual gobernador de Sinaloa), de ahí pa’ bajo, adivine.
–¿A cuánto ascienden tus ingresos mensuales?
–No llevo la cuenta –se ríe–, pero más o menos unos 500 mil dólares al mes. (…)
La vida pública de un capo
Debido al bajo perfil con el que actuaba y con la ventaja de tener nacionalidad americana, Serafín Zambada Ortiz no figuraba en las listas de los delincuentes más buscados del Departamento de Justicia de Estados Unidos, a pesar de que logró introducir más de 100 kilogramos de cocaína y mil kilogramos de mariguana para su venta en el sur de California. Al igual que Vicente Zambada Niebla, su medio hermano, Serafín logró posicionarse rápidamente como un integrante de alto rango dentro del Cártel de Sinaloa, operando el tráfico de drogas por su cuenta y en cooperación con Los Ántrax, el grupo que lideraba José Rodrigo Aréchiga Gamboa, El Chino Ántrax, siempre bajo el liderazgo del Mayo Zambada.
Días antes de ser detenido en el cruce fronterizo Dennis DeConcini en Nogales, Arizona, la cuenta de Twitter de Serafín (@ZambadaSerafin) exhibía ciertos lujos, tales como armas doradas, paquetes de droga, animales salvajes, zapatos de marca, automóviles deportivos, residencias de lujo, helicópteros y diversas cuatrimotos. Sólo bastaron unas cuantas publicaciones en línea para apreciar, sin candados de privacidad ni operaciones de seguridad e inteligencia nacional, la vida pública de un capo.
En el periodo socialmente activo de la cuenta @ZambadaSerafin, ésta intercambió mensajes sincronizados con otros usuarios, entre ellos @AlfreditoGuzma, @_IvanGuzman_, @ismaelimperial, @Cheyooeliseo y @j12esparragoza. En ese orden, se trata de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar; el hijo de Ismael Zambada, Ismael Zambada Imperial, El Mayito Gordo; el socio de los hermanos Guzmán y familiar de los Zambada, Eliseo Imperial Castro, El Cheyito Ántrax; y Juan Ignacio Esparragoza Gastélum, hijo de Esparragoza Moreno, El Azul.
A través del periodo de actividad de las cuentas de Facebook, Twitter e Instagram, la localización geográfica (geolocalización) de los usuarios y la vinculación de las mismas para enviar un mensaje único en distintas plataformas, se tiene la certeza de que se llevó a cabo una celebración en Zapopan, Jalisco, el 17 de agosto de 2013, con motivo de la liberación de Rafael Caro Quintero.
En diversos mensajes publicados por El Cheyito, jefe de escoltas de Los Ántrax, consta dicha reunión y se confirma la asistencia al festejo de Serafín Zambada Ortiz e Ismael Zambada Imperial, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, así como múltiples integrantes de las tres familias que lideran el Cártel de Sinaloa, cada uno acompañado de sus hijos y respectivas parejas sentimentales.
En un tweet enviado desde Guadalajara –según la geolocalización de su cuenta–, @Cheyooeliseo publicó: “fiesta privada con los caro y guzman imperial” (sic). En las réplicas a este mensaje se puede leer la contestación de @AlfreditoGuzma: “Guardandole luto a la guera y la ilacha plebe a gusto claro que si” (sic). Un día antes del festejo, Alfredo Guzmán se reuniría con elementos de Los Ántrax en Culiacán, Sinaloa, como consta en su cuenta de Twitter: “Vicitando a los ántrax y bien apalabrado con el @Cheyooeliseo” (sic). El mensaje es acompañado de una imagen en donde aparecen cuatro mariachis posando junto a un altar de la Santa Muerte.
Semanas después de este festejo, El Mayo, El Chapo y dos de sus hombres más cercanos, Guillermo Rivera, El Chaneque, exmilitar y piloto de Joaquín Guzmán, y Marco Antonio Higuera Gómez, El Negro Bravo, también se reunirían con Caro Quintero en “un rancho que se encuentra del lado (Santiago) de Los Caballeros”, relataría El Cóndor en su declaración ministerial.
Semanas después de que esta investigación se publicara en el libro Narcojuniors. Los herederos del poder criminal, bajo el sello En Debate de la editorial Penguin Random House, el elemento en activo del Cártel de Sinaloa preguntó al autor: ¿Quién te dijo que las familias (Zambada y Guzmán) se reunieron en Zapopan?
–Ustedes mismos en redes sociales, ¿es cierto?
–Ahí están las imágenes. (…)
Entrevista con un capo
Con el uso de las nuevas tecnologías, las nuevas generaciones, los llamados Narcojuniors, comparten a nivel global su día a día sin que las autoridades mexicanas y extranjeras puedan atraparlos ¿Cómo lo hacen? ¿Acaso la coordinación y la cooperación entre éstas no es suficiente?
Un caso que revela la impunidad con que operan estos líderes potenciales del narcotráfico mexicano es el de Dámaso López Serrano, El Mini Licenciado, hijo de Dámaso López Núñez, El Licenciado, quien se desempeñó como jefe de seguridad del Centro Federal de Readaptación Social No. 2, en Puente Grande, Jalisco, cuando El Chapo estaba recluido. La Oficina de Control de Bienes Extranjeros lo añadió a su lista el 1 de septiembre de 2013 bajo los siguientes generales. Nombre: Dámaso López Núñez. Dirección: avenida Nicolás Bravo 1607, colonia Guadalupe, Culiacán, Sinaloa 80220, México; calle Escobedo 24, El Dorado, Culiacán, Sinaloa, 80450, México. Fecha de nacimiento: 22/feb/1966; lugar de nacimiento: Culiacán, Sinaloa; información ante la Secretaría de Hacienda: CURP, LOND6602221Y5, LOND660222SE7, LOND660222HSLPXM05.
Siguiendo el legado y con apenas 25 años de edad, López Serrano ya comanda una célula criminal conocida como las Fuerzas Especiales de Dámaso, organización que él y su padre crearon apenas hace unos años. En conjunto con Los Ántrax, brazo operativo que presuntamente dirigía El Mayito Gordo, este grupo criminal reúne a un séquito de aproximadamente 200 mil sicarios al servicio del Cártel de Sinaloa y sus actuales líderes.
A través de un seguimiento puntual de sus cuentas de redes sociales, en especial Twitter: @DamasoLopez_, El Mini Lic dejó entrever el modus operandi del Cártel de Sinaloa, al grado de otorgar de manera inusitada una entrevista:
–Se habla de que la captura del Chapo fue una traición por parte de la familia Zambada…
–No, la única guerra fue del gobierno contra el general, pues había un pacto y ellos lo rompieron. Traicionaron al viejón. La realidad es que en este sexenio entraron intereses diferentes, de personas distintas a las que les gusta trabajar mal, ¿sí me entiendes?
–¿Cuál era el acuerdo que tenían con el gobierno federal y las autoridades de los estados?
–Mira, esos acuerdos sólo los viejos lo saben y conocen con quienes los tienen, pero básicamente era “tú no te metes conmigo y yo no me meto contigo”. Los verdaderos delincuentes están en el Distrito Federal y son los que autorizan las leyes, nuestros políticos.
–¿A qué políticos te refieres, con quiénes han negociado?
–¿Tú crees que es necesario decir nombres? No preguntes cosas de las cuales sabes la respuesta. Sólo te diré que al nuevo gobierno (al de Enrique Peña Nieto) ya le servimos, y ahora se desentienden con el narco, no saben que por nosotros ganaron. Hicimos que la gente volviera a confiar en ellos.
–¿A quién te refieres con nombre y apellido?
–A diferencia de ellos, nosotros sí tenemos principios y sabemos cuándo callar y cuándo hablar. Ustedes con el tiempo verán quiénes son.
El “modus operandi”
Dámaso cuida cada detalle de lo que dice y cómo lo dice, pues aunque le guste fanfarronear y exhibir sus lujos en las redes sociales como a los demás vástagos de los capos mexicanos, él asegura que su palabra vale más que cualquier otra cosa que el dinero pueda comprar.
Un día previo a la captura del Chapo Guzmán, el 21 de febrero de 2014, pude contactar al capo a través de sus redes sociales. Durante la entrevista, El Mini Lic habló de las funciones que desempeña el Cártel de Sinaloa en las plazas que controla, asegurando que a éste jamás le ha gustado abusar o servirse del pueblo. “Tú puedes visitar Sinaloa y verás que a las regiones más pobres tratamos siempre de tenderles la mano y apoyarlas sin pedir nada a cambio, aquí a nadie se le obliga a entrar”, afirma. (…)
–¿Sigue vigente el acuerdo de Cárteles Unidos y con cuáles organizaciones lo mantienen?
–Aquí la realidad es que siempre tratamos de respetar ese acuerdo, si los demás no se meten con nosotros, nosotros no nos metemos en sus plazas. Lo que te puedo decir es que ya no hay comunicación con ningún cártel ni para bien ni para mal. (…)
El humo
Con ingresos anuales que podrían oscilar hasta los 3 mil millones de dólares –como lo detalló en junio de 2012 el diario estadunidense The New York Times– el Cártel de Sinaloa es poderoso en cuanto a estructura financiera se refiere.
El Mini Licenciado asegura que nadie sabe las ganancias netas que deja el tráfico de drogas en México, y aunque cada capo cuenta con sus contadores personales, como él afirma, la derrama económica continúa siendo de proporciones inmensas. “No todos mis ingresos son del tráfico de drogas, también tengo negocios lícitos y en regla”, asegura.
–Dices que te alcanza para vivir, pero la gente “normal” no anda por las calles en un Ferrari o un Bugatti y con armas bañadas en oro…
–Soy como soy, compa, y por eso estoy aquí. El dinero en manos de pendejos se hace humo, y el humo en manos sabias se vuelve dinero. (…)
–¿Qué opinas acerca de la guerra contra el narcotráfico, es realmente una estrategia en su contra o es puro “pan y circo”, como coloquialmente se dice?
–El trabajo de los militares y marinos es cumplir órdenes, su chamba es agarrarnos y la de nosotros es no dejarnos agarrar. Como dice el viejo Mayo: “Si nos agarran o nos matan, nada cambia”.
–¿Por qué?
–Porque esto es como el bien y el mal, compa, si uno no existiera el otro tampoco. Hoy nos tocó ser a nosotros el mal, mañana, quién sabe.
Información: Proceso