La única manera de que los expresidentes de nuestro país, México, puedan ser llevados a juicio– a parte de por traición a la patria–, está en marcha, y de salir imputados en actos graves de corrupción; «pudieran hasta ir a la cárcel».
De manera casi expansiva corrió el pasado fin de semana la solicitud hecha por parte de un bloque de 15 senadores (de Morena) de llevar la petición de consulta popular respecto al enjuiciamiento de los expresidentes de la República que hayan cometido delitos durante el ejercicio de sus funciones. Considerando a los últimos 5 presidentes de México, es decir, de 1988 hasta el 2018.
Periodo que enmarca los ejercicios de los mandatarios mexicanos: Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Aunque muchos incrédulos insistan como perorata y machacosamente que es puro “show mediático y político” por parte del actual presidente de la República, la intención al parecer, y por no quedarle de otra al mismo, está tomando forma, lo que podría desencadenar juicios reales –sin show– y con cárcel para algunos de los mencionados.
Desde luego, que se acepta la postura de algunos politólogos, analistas y hasta la del líder nacional del PAN Marko Cortés Mendoza, no en su parte de que la consulta sea innecesaria, sino en que si el presidente tiene pruebas contra expresidentes como Carlos Salinas, Felipe Calderón o Peña Nieto que las presente y haga la denuncia, claramente vemos que se le olvida que eso de nada serviría si no se les puede enjuiciar.
Lo que sí es real, que para que uno de ellos toque la cárcel, una vez expuestos a la aplicación de la ley, deberán ser presentadas. De eso no hay duda!
Por otro lado y simultáneamente, se sabe que en la cámara baja, diputados del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y del Partido del Trabajo (PT) encabezados por su coordinador, diputado Mario Delgado y el vicecoordinador Gerardo Fernández Noroña respectivamente de estos grupos parlamentarios, trabajan también en crear un segundo bloque para que dicha medida que pudiera ser propuesta por el ejecutivo de un momento a otro, se lleve acabo.
Aclaramos que para poder llevar acabo dicha intención sólo hay tres maneras que serían las siguientes:
1).-Que sea el jefe del ejecutivo el que lo solicite como le faculta la Ley Federal de Consulta Popular publicada en 2014 con respecto a que la ciudadanía se exprese sobre un tema de “trascendencia nacional”.
2).-El equivalente al 33% de los integrantes de cualquiera de las Cámaras del Congreso.
3).- O que los ciudadanos recolectando firmas que equivalgan a por lo menos el 2% de los inscritos en la lista nominal de electores. Qué en este momento está integrada por 90 millones 36 mil ciudadanos.
Con esto queda claro; que la preocupación a partir de este momento de los opositores al presidente debe ser muy grande, en virtud que se prepara la próxima embestida prácticamente por todos los flancos para proceder contra los exmandatarios.
Por cierto, que en el país entero, donde Sinaloa no es la excepción, a partir del día de ayer lunes 31 de agosto se empezó de manera simultánea la instalación de las mesas receptoras de firmas a cargo de todos los activos de Morena para que la consulta pueda ser inscrita en la próximas elecciones del año entrante a realizarse el 6 de julio.
Esto último, visto como estrategia política ya sea por parte de AMLO, Morena, o de ambos, sin lugar a dudas que de realizarse sería un golpe mayúsculo a sus opositores, porque si en una primera intención no se logró que el mandatario nacional apareciera en las boletas el día de las elecciones para el tema de la revocación de a su mandato, sí estaría presente su mano y doctrina en la consulta popular para someter a juicio a los ex presidentes .
Situación de morbo, que alentaría al electorado a su participación más activa por la consulta del enjuiciamiento a ex mandatarios, que por la emoción del simple y llano voto por uno u otro partido.
Y si somos un poco futuristas y visionarios, una vez pasadas las elecciones intermedias para AMLO, logrado su cometido –mayoría en ambas cámaras– el enjuiciamiento o no de los ex presidentes del país con o sin pruebas; pasaría a segundo término. A partir de ahí comenzaría el verdadero ‘show’, por ahora todo se perfila como una amenaza real y contundente. ¿O aún no lo creen?
Reiteramos: les salió muy bravo el perro!
Si se descuidan no sólo los muerde, se los come.
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