Los ojos, nariz, encías, uñas, lengua y hasta el cuero cabelludo brotan sangre todos los días alrededor de cinco veces. Cada sangrado dura media hora.
Marnie-Rae Harvey es una chica de apenas 17 años a la que le sangran varias partes del cuerpo a causa de una ‘hemolacria’ que le debilitó el sistema inmunitario.
Sin embargo, tras años de pruebas médicas, no se ha podido determinar la causa de su padecimiento. Y, al no tener una hipótesis, no hay cura, lo que le ha impedido llevar un estilo de vida normal.
La joven no tiene amigos, no sale y tampoco le fue posible realizar una carrera universitaria.
Pese a que ha visitado oftalmólogos, ginecólogos, expertos en hematología, neurólogos y pediatras, ninguno ha dado con una buena razón.
Su padecimiento comenzó en 2013, cuando tosía sangre, pero una noche de 2015 se despertó en la madrugada con los ojos llorosos, estos brotaban sangre también.
Durante las siguientes dos semanas sus ojos no pararon de llorar. Los doctores argumentaron que podía ser alguna lesión, un problema de coagulación y desgaste trastornos de las glándulas.
No obstante, nada ha sido probado. Y mientras tanto, Marnie se marea y pierde energía poco a poco. Además los huesos le duelen a menudo y tiene que soportar los comentaros de la gente.
Recientemente el problema empeoró, pues lleva 12 días sangrando sin parar ni un minuto. Los especialistas le recomendaron una inyección llamada Prostap 3 para detener las hemorragias, pero esta podría volverla estéril en un futuro.
“No me importa no tener hijos, quiero mejorar, tener una vida”, dijo la chica.
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