Guamúchil, Sinaloa.- A unos días de culminar su gobierno Mario López Valdez gobernador del estado de Sinaloa, seguramente estará preocupado por no haber cumplido con algunos planteamientos que de manera enfática se comprometió con todos los sinaloenses tanto en campaña como en el inicio y transcurso de su gobierno, dejando tareas pendientes y que seguramente alguien tendrá que revisarle y ponerle taches una vez que deje su cargo.
Seguramente lo que la misma ciudadanía le reprochará como una de las promesas de campaña del gobernador, es haber hecho oídos sordos a las irregularidades heredadas por su antecesor Jesús Aguilar Padilla, a quien prometió junto a sus funcionarios, hacer devolver los recursos de los sinaloenses desviados para la adquisición de bienes, acción que a la fecha nunca llevó a cabo.
Seguramente el no hacer nada en contra de esos funcionarios en su momento, se debió a acuerdos políticos que la valieron su regreso al Partido Revolucionario Institucional, además de abrirse una ventana para hacer lo mismo como gobernador al igual que sus funcionarios, ya que esta administración se caracterizó por alcanzar los niveles más altos de corrupción en la historia, teniendo hoy en día funcionarios convertidos en nuevos ricos y funcionarios que ampliaron su fortuna con dinero público.
Quizás la tarea principal que no pudo realizar el mandatario estatal fue el garantizar la seguridad a los sinaloenses, ya que ésta se recrudeció en su sexenio alcanzando niveles jamás pensados, teniendo como resultado a unos días de culminar su mandato una cifra muy cercana a los 8 mil muertos.
En el tema de vivienda Malova está totalmente reprobado, ya que no cumplió su promesa de no permitir que familias sinaloenses tuvieran como refugio casas de cartón durante su sexenio, ya que además de no trabajar para abatir este rezago, el número de familias con este tipo de rezago creció, incluso hasta niños siguen tomando clases en espacios habilitados con lamina y cartón, sin que a la fecha la autoridad estatal haya hecho algo para solucionar esta situación precaria en la que tienen que recibir su educación.
Malova se va, y aunque aparenta dejar la casa limpia, seguramente cargará consigo el temor de poder ser perseguido por el PRI , que en su afán de recomponer el camino para lograr que el pri no deje el poder en el 2018, sea uno más de los exgobernadores perseguidos por sus malos manejos y desvío de recursos durante su gobierno.
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