TAMAULIPAS. No es Chewandswallow, la ciudad ficticia donde un loco científico hizo llover hamburguesas.
Es la colonia Lomas de Rosales, en Tampico, donde hace unos días llovieron pequeños peces.
Protección Civil del estado fronterizo documentó en su cuenta de Facebook esta insólita precipitación pluvial, con fotos de unos diminutos peces de pocos gramos de peso, y muertos.
Pedro Granados, titular de Protección Civil, dio a una televisora local esta posible explicación científica: algún tornado o remolino en el mar o en un río succionó a los peces, que viajaron en una nube la cual posteriormente formó parte de la tormenta que azotó esta región, y cayeron con la lluvia.
No obstante, en ese sector de Tampico la lluvia fue ligera.
En un artículo de la revista Muy Interesante se explica que “las tormentas generan remolinos de agua en el que todos los animales que se encuentran dentro de ellos quedan atrapados mediante un efecto tornado que alza los animales hacia el cielo”.
Añade que luego, “los animales -en este caso peces- acaban cayendo como si de una lluvia insólita se tratara (tromba marina). Algunos peces no sobreviven al impacto, pero la mayoría sí. También es posible que los peces caigan congelados si han atravesado alguna fase con temperaturas a grados bajo cero”.
Muy Interesante refiere que inclusive, se ha documentado la lluvia de ranas, camarones y hasta serpientes, en distintos lugares del planeta.
En la localidad de Yoro, Honduras, suelen llover peces entre mayo y julio de cada año. Y los habitantes aprovechan para hacer banquetes.
Así que, no es un fenómeno común, pero sí natural.
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