De entre todos los casos médicos raros que sabemos existen, probablemente el que le ocurre a una joven de 22 años originaria de Armenia, es uno de los más raros; un día, sin saber por qué aún, comenzó a llorar lágrimas cristalizadas con formas irregulares y puntiagudas, igual que un vidrio.
Los médicos están investigándola extraña condición que hace a Satenik Kazaryan, producir hasta 50 lágrimas afiladas por día, lo que la ha hecho sentir que incluso prefería morir pues declara que su vida está convertida en un infierno por el dolor y la incapacidad para llevar a cabo su actividades cotidianas.
Con información de Sdpnoticias
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