CHIHUAHUA, Chih. (apro).- El municipio de Guadalupe Distrito Bravos, ubicado en el Valle de Juárez y donde se registra alrededor de 80% de la población desplazada o en proceso de asilo en Estados Unidos, se quedó sin policías municipales luego de que asesinaron al jefe de Seguridad Pública, Máximo Carrillo Limones.
El fiscal general del estado, Jorge Enrique González Nicolás, reveló hoy que el comandante Carrillo obstruyó en varias ocasiones operativos policiales para aprehender a líderes del Cártel de Sinaloa, al negar la actuación de agentes municipales de Juárez.
Pese a ello, nunca se abrió carpeta de investigación ni se detuvo el entonces mando policiaco.
El funcionario dio a conocer que Carrillo Limones permaneció en su cargo desde que lideraba la región Gabino Salas Valenciano, El Ingeniero, abatido en agosto de 2013.
González Nicolás aseguró que el jefe policiaco ejecutado trató de evitar en varias ocasiones que la policía de Juárez ingresara a su municipio argumentando que no era su jurisdicción.
Sin embargo, acotó, sí hay competencia porque con el mando único en el estado sí se puede actuar de esa manera, aún más si los municipales van acompañados de agentes estatales.
“El jefe policiaco se mantuvo desde que operó El Papacho, El Negro, La Pantera, del Cártel de Sinaloa, es más, estuvo desde Gabino Salas”, sentenció el titular de la FGE.
Luego reconoció de nuevo que hay infiltración del crimen organizado en policías municipales, y que por eso es partidario del mando único en el país para que desaparezcan las corporaciones locales.
“En un lugar lejano, por ejemplo, cómo pedirle a la policía municipal, que no tiene equipamiento ni capacidad, ni armamento suficiente, que actúe si vive enseguida de los delincuentes y sus hijos van a la misma escuela”.
Y como ejemplo puso a los municipios de Urique, Guadalupe y Calvo y Guachochi.
También aseguró que hay reacomodo de grupos en El Valle de Juárez, pero no llegan con la misma fuerza ni poder. “Ya sabemos por ejemplo, quién quiere tomar la plaza en Ahumada”.
Máximo Carillo Limones fue “levantado” y asesinado el sábado 20, pero fue identificado al día siguiente, de acuerdo con la Fiscalía Zona Norte.
El reporte de desaparición fue hecho por vecinos del poblado, quienes presenciaban un partido de beisbol donde estaba el director de la policía. Se lo llevó un grupo de hombres con armas largas que obligaron a los asistentes a tirarse al piso para llevarse al comandante.
Los sicarios llegaron en una camioneta negra Silverado, y tres tenían el rostro cubierto y los otros no, pero nadie los reconoció.
Más tarde, localizaron el cuerpo del mando policiaco en el kilómetro 87 de la carretera Juárez-Porvenir, en el mismo Valle de Juárez, cerca del rancho La Paloma.
Carrillo Limones tenía la cabeza cubierta con una bolsa de plástico, lo dejaron amordazado y con los tobillos atados, de acuerdo con la dependencia estatal.
Información: Proceso