Definitivamente, el escenario que empieza a configurarse para el Partido Revolucionario Institucional en Sinaloa, es por mucho, menos alargador que el final trágico del más famoso hundimiento del barco: «Titanic» en el año 1912.
El barco tricolor para el 2021, se perfila hacia el naufragio en dimensiones casi catastróficas, lo que lo podría colocar: «del primero al cuarto o quinto lugar en preferencias», incluso, desaparecerlo.
Desde luego, que habría que esperar antes a que se consoliden las posibles alianzas para poder determinar con mayor precisión y de acuerdo a “los amarres”, el lugar que pudiera obtener este instituto. Lo que sí, por ahora, con o sin la alianza “Sí por México”, su final es de pronósticos muy reservados.
Como se ha señalado en otras entregas; “sigue, y sigue la burra al trigo”. No hay argumento, ni poder humano alguno que los haga entender que han venido equivocando los caminos en la toma de decisiones, cuando deberían ser desde las bases hacia las cúpulas, —de abajo, arriba— se empeñan en hacer lo contrario; como cuando se era Gobierno en todo.
Está situación, deja muy mal parados a sus todavía dirigentes estatales: Jesús Valdés y Cinthya Valenzuela, que sin pena ni gloria, recorren como rehiletes el estado entero, sin antes afianzar lo indispensable para el momento; «la unidad y cohesión de grupos».
Por ahora, la baja más importante de la membresía del PRI; es sin duda la de Sergio Torres Félix, también ex secretario de pesca en el estado, le siguen desprendimientos en municipios como los sucedidos recientemente en Sinaloa municipio, además de la dimisión ayer de Ivanjov Valenzuela Pérez, no solo del PRI, sino de la asociación “Fuerza Sinaloense”, fundada por “Chuy Valdés”.
El descobijo que hoy experimenta Valdés en el PRI, y que vulnera al instituto rumbo al 2021, es peor que la de 2018, en su truncada aspiración por reelegirse y que recibió una paliza casi por partida doble por don Jesús Estrada Ferreiro, el despistado profesor que no sabía ni el número de sindicaturas que tenía Culiacán.
Los desprendimientos que siguen en lo inmediato, vendrán a darle sentido a lo aquí escrito, el “Grupo Culiacán” por ejemplo, enfila sus lanzas para destrozarlos en la capital Sinaloense, yendo en apoyo abierto al proyecto que de manera virtual, desde ya encabeza Torres Félix.
Y es que, es del dominio de todos, que el actual dirigente priísta, gusta de vender los esfuerzos de los demás cuadros activos como propios en las cúpulas, es decir; negociaba en las alturas a su favor y los relegaba una y otra vez, por eso hoy la tendencia será a quedar en total abandono.
Asismismo, habría que señalar que esta es una primera etapa de la desbandada, según las propias voces de líderes de sectores, organizaciones y estructura de a pie, de consolidarse la alianza PRI, PAN, PRD, y de consumarse la imposición del secretario de educación, Juan Alfonso Mejía López como su abanderado, vendría una segunda etapa. Asi que, atentos.
Por último, en la colocación de las fuerzas políticas en el tablero con miras al 2021, lo que ahora se dibuja; es un desquebrajamiento en la unidad del PRI, un fortalecimiento de Movimiento Ciudadano, y una separación cada vez más clara de Morena a todo lo que huela al PRI.
Dicho de otra forma: Morena; no será la salvación de tantos náufragos que dejará el
hundimiento del barco del PRI en medio de la mar.
¿O sí?
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