México.- Jesús “El Rey” Zambada, hermano del líder del Cartel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, aseguró que durante el tiempo que perteneció a la organización, el Cártel de Sinaloa tenía compradas a autoridades de todos los niveles en México e incluso en la capital del país pagaba sobornos al gobierno de unos 300 mil dólares al mes.
El jueves fue el tercer día del juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán en la Corte de Brooklyn, en Nueva York. Jesús Zambada testificó por segundo día y dio más detalles sobre la forma en que el cártel de Sinaloa corrompía a las autoridades mexicanas y también habló de la fuga de “El Chapo” del penal de Puente Grande, en 2001.
El interrogatorio, que duró cerca de 6 horas, lo condujo la fiscal Gina Parlovecchio. De acuerdo con información de Univisión, retomada por el noticiero En Punto, de Televisa, “El Rey” Zambada, extraditado en 2011, firmó un pacto de culpabilidad con la justicia estadounidense a cambio de testificar en el juicio, reducir quizás su sentencia y poder llevar a Estados Unidos legalmente a su familia.
En la corte habló de sus funciones para el cartel en la Ciudad de México y de los sobornos a instancias gubernamentales, altos mandos policiales y militares, a gobernadores, funcionarios, abogados e incluso a la interpol para garantizar protección y seguridad al movimiento de la droga y a los líderes y trabajadores de la organización.
Aseveró que en 2004, a petición de “El Chapo” Guzmán, él hizo un pago de 100 mil dólares al general Toledano para proteger el flujo de cocaína en Guerrero. En esa época la organización pagaba en sobornos al gobierno unos 300 mil dólares al mes en la Ciudad de México.
“El general Toledano era muy conocido como encargado de los militares que estaban desplegados en el estado de Guerrero, alguien que se suponía estaba a cargo de combatir la siembra de amapola y mariguana”, indicó.
“Rey” Zambada dijo que conoció al chapo en persona luego de que éste huyo de la prisión del Altiplano en 2001. Con el “Mayo”, dijo, lo rescataron en un helicóptero y después él y su esposa lo llevaron en automóvil a la Ciudad de México. Cuando se aproximaron a la ciudad y se vieron rodeados por patrullas y policías, Guzmán, que venía en el asiento trasero, se puso muy nervioso, pero “Rey” le aseguró “es gente nuestra, están para protegernos”.
Zambada también habló de los túneles en la frontera para mover la droga, las armas y el dinero. Explicó la jerarquía del cartel, mencionó las guerras y las rivalidades con otros grupos, la función y el pago de sicarios y el asesinato en 2002 de Ramón Arellano Félix.
El interrogatorio de Jesús Zambada García, quien es parte del programa de testigos protegidos, continuará el próximo lunes.