Sin duda que los tiempos se acaban para todos los partidos políticos, por lo que, en breve, ante la inminente publicación de la convocatoria a elecciones locales en Sinaloa todos los partidos deberán hacer sus últimos ajustes; en el PRI, el factor Quirino Ordaz: será determinante.
Sin pretender descubrir ningún hilo negro, si podemos precisar que para el caso específico de Partido Revolucionario Institucional (PRI), la situación además de interesante por ser gobierno, le pinta sumamente complicada.
Incluso, se torna difícil para quien llevará a cuestas de por vida el resultado que emane de la elección en los comicios del 6 de junio de 2021: el gobernador, Quirino Ordaz Coppel.
Se estila como una adjudicación directa e inalienable en los tres órdenes de gobierno que quien ostente el poder ejecutivo, se convierta de facto en el «gran elector», para el caso de Sinaloa, que no se cuenta con presidente de la República de su partido, y aunque Alejandro Moreno Cárdenas —presidente del PRI nacional— haya modificado los estatutos para decidirlo él, será el mandatario estatal el responsable de todo.
Aunque es sabido que ninguna contienda es fácil, menos hoy en día, la encrucijada en la que se encuentra el gobernante sinaloense es única e inédita, por ser la primera elección homologada en lo local y federal. Categóricamente: las más grande de toda la historia.
Un hecho es, que los tiempos le han alcanzado al primer priísta, en función de que a éstas alturas debía tener muy claros y definidos los perfiles de sus posibles cartas a jugar y fortalecer en un proceso interno —no los tiene—, aunado enfrenta las condicionantes naturales que representan las alianzas.
En este último tema, el pasado sábado trascendió, que PRI, PAN y PRD alcanzaron el acuerdo de ir juntos en las diputaciones federales y algunas gubernaturas, y por definir coaliciones para presidencias municipales y distritos locales.
En nuestro estado, Sinaloa, aunque Ordaz Coppel es impulsor de la alianza “PRIANISTA”, hoy se encuentra ante la disyuntiva de si es hombre o mujer quien los represente, el PAN lo condiciona de esta manera para poder ir en Querétaro con hombre, considerado bastión albiazul.
En ese sentido, podría estarse tambaleando la jugada maestra pre-amarrada entre “Los Coppel” de Sinaloa, de ir con el secretario de educación Juan Alfonso Mejía López, con lo que se fortalece el proyecto de una posible mujer; una Rosa Elena Milán Bueno.
Asimismo, confirmamos que entre los aspirantes priistas también hay un pre-consenso en sentido de presionar al gobernador para que su decisión final sea hacia un cuadro genuino priísta, de no hacerlo así, y recaer en los intereses de “Los Coppel” la bomba en calidad de desbandada le podría estallar. Millán Bueno, cumpliría cabalmente ambas condiciones.
Atentos entonces, porque la posible unción como candidato a gobernador de Juan Alfonso Mejía por la alianza PAN y PRI, está considerada como el más «duro golpe» que estaría experimentando la clase priísta en Sinaloa en la era quirinista.
El legendario «Nahual» amenaza con poseer al mismísimo ejecutivo sinaloense y desatar la furia de todos contra todos en el PRI.
Dios los proteja. ¡Amén!
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