San José. – El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés) “expandirá agresivamente” la presencia de sus agentes de investigación criminal transnacional en México en 2024 para impedir que en suelo mexicano se fabrique fentanilo, se trafique al mercado estadounidense y se complete una red mafiosa que empieza en China con el contrabando de precursores químicos a América y obtiene ganancias multimillonarias.
“En el año fiscal 2025 (primero de octubre de 2024 a 30 de septiembre de 2025) HSI México expandirá agresivamente las TCIU de México e implementará varios cambios operativos para mejorar su productividad y centrarse en la fabricación ilícita de opioides”, informó, sin dar números de oficiales y fiscales que sería enviados a suelo mexicano en esa agresiva maniobra.
“El TCIU de HSI México es un activo clave en la lucha contra los opioides ilícitos destinados a comunidades estadounidenses”, puntualizó.
HSI “logrará” sus metas contra el fentanilo con “su sólida presencia internacional, que representa la mayor presencia investigativa de todos los componentes del DHS y comprende cientos de agentes especiales y servicio exterior e investigadores nacionales asignados estratégicamente a 91 oficinas en 54 países”, señaló la Estrategia.
“La mayoría del fentanilo que causa estragos en los estadounidenses es producido en México”, reiteró.
La reiteración de la denuncia ocurrió cuatro días después de que el narcotraficante mexicano Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, hijo del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán y uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, fue extraditado el 15 de este mes por México a EU, que le acusó de ser el rey del tráfico de fentanilo al mercado estadounidense.
El Departamento de Justicia de EU informó el 23 de junio anterior que, como “opioide sintético altamente adictivo que es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina”, el fentanilo y sus análogos “han devastado comunidades en todo” EU y “están alimentando” una “continua epidemia” de sobredosis que “mataron” a unos 110 mil estadounidenses en 2022.
En ninguna parte de la Estrategia se aclaró si el envío de más agentes de EU a México se hará a escondidas y en secreto o sin conocimiento del gobierno mexicano ni si se notificará a López Obrador para pedirle que les permita operar. López Obrador siempre cuestionó que investigadores de EU operen en México sin que las autoridades mexicanas hayan sido informadas sobre esos agentes y reformó la ley de seguridad, para restringir las operaciones de la DEA en México.
Las rutas
La Estrategia recalcó que “actualmente, la mayoría de los opioides ilícitos vendidos en EU se hacen con productos precursores químicos originarios de China que no entran en EU. Más bien, son transportados a través de una red de rutas terrestres y marítimas a México y Centroamérica, finalmente aterrizando en manos de organizaciones criminales mexicanas”.
En la actualidad, prosiguió, “los cárteles mexicanos generalmente se abastecen de productos químicos utilizados en la producción de medicamentos de Asia. Sin embargo, hay indicaciones de que ciertos productos químicos clave se originan en EU”.
“Para contrarrestar esta tendencia”, advirtió, HSI creará un proyecto de divulgación de la industria química “para involucrar proactivamente (…) a empresas exportadoras (de EU) de precursores de productos químicos lícitos a México y Centroamérica”.
El propósito es alertar al sector privado sobre empresas “de bandera roja” con “indicadores” de que están participando en el mercado junto a “malos actores”, anunció.
Tras indicar que “en muchos casos, los precursores químicos se envían a través de transportistas legítimos que tampoco son controlados ni en el país de origen ni el de destino”, describió que es una “compleja explotación del comercio legítimo y de las redes marítimas” que mostró la importancia de indagar a las “cadenas internacionales de suministros usadas por los cárteles mexicanos para opioides sintéticos ilícitos”.
El DHS planteó que la nueva iniciativa diseñó “un enfoque impulsado por la información de inteligencia para desbaratar y desarticular las organizaciones delictivas transnacionales y mantener las sustancias peligrosas, como el fentanilo ilícito, fuera de las calles de EU”.
Entre sus principales factores, la Estrategia definió cuatro objetivos: por un lado, reducir la oferta internacional de opioides ilícitos, y, por el otro, la nacional, así como atacar a los facilitadores del tráfico ilícito de opioides —finanzas ilícitas, ciberdelincuencia y contrabando de armas— y realizar “actividades de sensibilización con el sector privado”.
El contrabando de armas de fuego de EU a México “proporciona un mecanismo para que los cárteles amenacen la ley mexicana” en los esfuerzos “para combatir la producción de opioides ilícitos”, indicó.
Uno ingrediente central será el blanqueo o legitimación (“lavado) de dinero, con el respaldo a las “investigaciones financieras específicas de la región fronteriza suroeste (de EU) y México a través de programas existentes y nuevas Iniciativas que identificarán y se dirigirán a redes de contrabando de efectivo a granel”.