IMAGEN ILUSTRATIVA.
Entrevista a Aurelio Cuenca, agricultor de 26 años.
PREGUNTA.- ¿Usted dijo a su padre eso de ‘papá, quiero ser agricultor’?
RESPUESTA.- Más o menos, mi padre lleva toda la vida dedicado a la actividad del campo y también de la ganadería. Lo conozco desde siempre y la verdad es que me agrada.
P.- ¿Cuánto tiempo lleva trabajando en este duro sector?
R.-Desde los 18 años. Tenemos una explotación de ganadería de ovino manchego, y en el ámbito agrícola 80 hectáreas de tierras arables, de cereales (cebada y avena), y leguminosas ( guisantes y beza). Mi padre, mi hermano y yo gestionamos una Sociedad Agraria de Transformación (SAT), y yo me incorporé con 24 años
P.- ¿Cuáles son los principales obstáculos que hay a la hora de iniciar este negocio?
R.-La financiación y el acceso a la tierra. Para empezar, tienes que contar con inversiones en maquinaria y en unas infraestructuras mínimas, y en el caso de conseguir la tierra, hay que arrendar o comprar, y hacen falta líneas con el banco. Las entidades financieras te lo adelantan, pero primero hay que hacer la inversión y conseguir la certificación. A mí me dieron la subvención hace cuatro años y el año que viene ya cumplo mis compromisos. Pero cada vez es más complicado, hay más trabas y trámites, y necesitas informes para poder pedir ayudas. Además, en la gestión del día a día también hay mucha burocracia, y necesitas horas de oficina, del titular o de un gestor,para completar las facturas, y si es una sociedad, más, por las declaraciones del IVA. Para el que se incorpora de cero, es muy complicado.Yo, por ejemplo, que soy hijo de agricultor, lo he tenido más fácil, porque ya tenía tierra y explotación, los principales bienes del sector y que más cuesta conseguir.
P.- Pero las explotaciones ya son más modernas, ¿no?
R.- Sí. Hay más intervención de la maquinaria y las labores se hacen más rápido, y más tecnificado. Además, se derivan muchos servicios, un modelo que va a ser la tónica en el futuro, con la externalización de tareas como las cosechas, o los tratamientos. En Europa están muy extendidas las empresas de servicios a terceros, que se ocupan de todo el proceso de la producción y el propio dueño no hace nada. Este prototipo funciona cuando tienes grandes volúmenes y extensiones de tierra. Aquí en España hay mucho monocultivo. Nosotros, por ejemplo, trabajamos en este sentido, y compramos maquinaria para sacarle rentabilidad con trabajos externos, sobre todo con el empacado.
P.- ¿Qué piensas de la nueva PAC? ¿Cómo le afecta a los jóvenes agricultores en general?
R.- El recorte en general perjudica, pero los cambios que han introducido los veo bien, como el pago verde (greening), está bien que se primen las rotaciones para que no haya tanto monocultivo. También es positivo el intento de ajustar el valor de los derechos de pago básico, dentro del proceso de convergencia que se aplica para que se vayan igualando todas las regiones en la asignación. Es bueno equiparara los territorios, y que cada productor cobre la misma cantidad por el mismo cultivo en todas las regiones. En este proceso también ha quedado establecida la Reserva Nacional del régimen de pago básico para satisfacer las solicitudes de los jóvenes y nuevos agricultores, con un importe correspondiente al 2,5 por ciento del importe total disponible para dicho régimen en el año 2015.
P.- ¿Cómo valora las políticas de España a la hora de promover una renovación generacional en la población rural?
R.- Deberían incentivar más, sino seguirá siendo poca la gente que opte por vivir en el campo. En mi caso, tenía la explotación montada y me he criado en ello, pero otras personas de pueblos buscarán trabajo en la industria o en fábricas. Las ayudas para la financiación han de ser accesibles. Si se trabaja el sector productor, puede ser competitivo, pero dependemos de muchos factores, desde el clima a los mercados, además de la relación con las redes de distribución.En Castilla-La Mancha, se le está dando importancia y es un acierto, para fijar población. Se trata del sector primario y España es un país agrícola, por lo que hay que primarlo para obtener productos agroganaderos diferenciados y de calidad. La transformación de estos productos, en las industrias -en las queserías, almazaras o bodegas- va después.
P.- ¿Y se puede vivir de este sector?
R.- Es complicado. Podría ser mucho más. En nuestro caso, compensamos las dos cosas, por ejemplo, en nuestras tierras producimos forrajes para las ovejas (tiene una cabaña de 1.100 cabezas) y abaratamos costes. El problema está en la comercialización y la promoción, es la clave.
P.- Y en cuanto a la ganadería, ¿le ha afectado la crisis de la leche?
R.- Ha afectado más al vacuno, aunque también repercute sobre el ovino no acogido a denominación de origen, y al caprino, a la hora de elaborar quesos de mezcla. Nosotros, con ovejas manchegas y acogidos tanto a la DO de queso Manchego como a la IGP del Cordero Manchego, vendo mi leche a producción de queso manchego, con precios que cerramos en contratos.
Con información de agriculturers.com
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