Sinaloa.- Una vecina expresó “entre las balas salimos”, detalló que fue a las 5 de la mañana cuando los estruendos de las balas despertaron a toda la comunidad y fue cuando entre medio del terror, pánico y temor de ser alcanzados por las balas, subieron a sus vehículos y salieron sin rumbo, algunas familias buscaron refugios en casas de familiares, amigos o conocidos de otros ranchos como El Saucito, La Higuerita y Corral Quemado, otros continuaron su marcha como ella hasta Guamúchil pero muchas personas que no tenían a donde ir y refugiarse se quedaron parados en el camino entre el monte y la mayoría llevaban niños y personas adultas quienes se quedaron a la deriva quien sabe por cuántas horas soportando las inclemencias del clima y seguramente hambre y sed.
Expresó que entre el apuro por huir del peligro y ponerse a salvó de la balacera, alcanzó a ver qué había una retroexcavadora atravesada en el otro extremo de la comunidad la cual fue incendiada, especuló que haya sido para evitar que las personas armadas ingresarán con mayor facilidad a la comunidad.
La habitante de Calabazas explicó que esta misma tarde logró ponerse en contacto con vecinas que después de medio día volvieron a sus casas y fue entonces cuando llegaron a la comunidad personal del ejército mexicano quienes preguntaron que había pasado y les explicaron todo lo que vivieron y les solicitaron se quedaran en el rancho para reforzar la seguridad al menos durante esta noche pero no les dieron mayor importancia y se regresaron.
Aseguró que quienes volvieron a sus casas tienen miedo e incertidumbre de que esta ola de violencia se pueda volver a presentar y arriesgar su vida y la de sus familiares.
Quienes vivieron este episodio de violencia en la zona serrana de Sinaloa de Leyva, lamentan que autoridades no les hayan dado atención ni la importancia debida, puesto que ignoraron todo indicio, ignoraron las declaraciones de la gente e ignoraron también la solicitud de seguridad que realizaron, dejándolos a la deriva.