Tlahuelilpan, Hidalgo.- En San Primitivo el olor a gasolina llega hasta el estómago. A la vista, el dolor y la desesperación son evidentes; al tacto, en el piso hay más que tierra, carbón y alfalfa. Pese a las advertencias de las autoridades, lugareños de este poblado ingresaron este domingo a la zona del incendio para buscar sus desaparecidos, o al menos, un rastro de ellos.
Al mediodía, el grupo de aproximadamente 200 personas se paró frente al lugar de la explosión. Aún había un grupo de soldados resguardando el lugar y tanto hombres como mujeres decidieron esperar.
Dos horas después, los militares se habían retirado sin explicación, con lo que ya no hubo ningún impedimento, y con picos y palas en mano, entraron a la zanja donde explotó el ducto.
Con información de Tribuna
Mantente informado en nuestras redes sociales.