Lo que muchos esperaban en Sinaloa y lo vituperaban como brindis de jarabe envenenado para repartir en su gran fiesta, no sucedió, ni sucederá; no hubo “PRIMOR”, como se dice llanamente: “les salió el tiro por la culata”.
En contra parte, y quienes de una manera desesperada y un tanto ambiciosa vienen por lo poco que les queda en el país y en el estado, es la coalición opositora al presidente Andrés Manuel López Obrador: PRI, PAN y PRD, dicho más claro; en México y Sinaloa se quitan la máscara para mostrar el rostro del ancestral: “PRIAN”.
Habría que reconocer, que para el caso particular de el PRD, la corriente es harina de otro costal, que en un gesto de contrariedad y odio a quien los abandonó para fundar Morena y en aras de no desaparecer, también se suman a la cargada.
Han sido muchos los años, incluso décadas, que han ostentado y abusado del poder a sus anchas que ahora les causa dolor el ver que por separado pudieran perderlo todo ante Morena, esto en función de que el pueblo despertó.
Dicho de otra forma, el mismísimo respetable y todo poderoso pueblo que, “unido, jamás será vencido” les dio la espalda. Y, «hoy, sienten que hasta el vacío, se les escapa de las manos».
Pareciera que al utilizar el léxico y términos populares con los que se expresa «la raza» del tema político actual, éste análisis no tuviera seriedad, pero la realidad es otra, lo que esta detrás es sumamente importante y delicado, a continuación algunos argumentos.
La majestuosidad de la batalla que se acerca a pasos agigantados (hoy, a exactos 5 meses), y que tendrá su muerte súbita el día 6 de junio de 2021 en las urnas, lo determina simplemente “el todo o la nada”, para el futuro inmediato de la nación azteca incluida su gente sinaloense.
Ahí tenemos, que sin “un pelo de rana calva” de pudor, ni vergüenza el dirigente estatal del PRI, Jesús Valdés Palazuelos, relacionado íntimamente al grupo “atlacomulco” del ex presidente Enrique Peña Nieto a través de su “compadrito” Luis Vega Aguilar, un día sí y otro también, no cesa en quejarse del actual gobierno y defender su ominoso pasado como si fuera lo mejor que le ha pasado a México. Tán tán.
Asimismo, quien no canta mal las rancheras en ese “tenor”, y en afán de ocultar su notoria incapacidad para levantar al alicaído panismo desde su llegada, es el presidente estatal del PAN, Juan Carlos Estrada Vega, al auto proclamarse como integrante de la coalición como el salvador y redentor celestial para erradicar todos los males que aquejan al campo, la falta de apoyo a estancias infantiles, así como la ganadería y la pesca que según el líder, desde la llegada de Morena van a la baja.
Lo que les podemos decir a estos dirigentes antes antagónicos, es que no canten victoria, que la moneda aún sigue en el aire, incluso, sin nada para nadie, y por último, que la sociedad sabe que aunque se crean muy vivos, una aplanadora pudiera venírseles encima.
Así que todos muy atentos y vigilantes a la percepción social de las masas que se está gestando en torno a los intereses que guarda detrás la conformación de ésta “sui generis” coalición opositora, que por lo pronto y sin el candidato a gobernador, ya se repartieron el botín. ¿O no?
No obstante, será la sociedad mexicana y sinaloese en sus respectivos territorios y que haga valer su derecho al voto quién realmente decidirá el rumbo que tendrán las políticas públicas para ambas demarcaciones (local y federal).
Para finalizar, de lo que no hay duda, es que en Sinaloa la disputa será entre dos únicas fuerzas, uno; la que representa al Estado, que viven dentro del ‘quirinismo’ a través de la coalición opositora “Va por México”, y, dos; la ‘lópezobradorista’ representada por Morena en la alianza “Juntos Hacemos Historia” más sus aliados locales.
¿Quién ganará?
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