Los materiales reciclables son esenciales en la arquitectura sostenible al proporcionar una alternativa respetuosa con el medio ambiente, derivados de fuentes renovables o de procesos de reciclaje, desempeñan un papel clave en la reducción de la huella ambiental de los proyectos arquitectónicos, sin embargo, señaló investigadora universitaria, en Sinaloa no se están utilizando estos materiales en los diseños arquitectónicos, lo que sugiere una falta de enfoque en la región.
La doctora Sylvia Cristina Rodríguez González, de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), señaló que el adobe y el ladrillo han sido descartados por considerarse representativos de lo antiguo o poco innovador. No obstante, destacó que estos materiales poseen cualidades de permanencia y durabilidad.
El material también influye en la configuración del diseño, afirmó. Sin embargo, actualmente se tiende a usar insumos y materiales que, según estudios específicos, contienen sustancias tóxicas, estos gases pueden provocar enfermedades. “En Sinaloa, la mayoría de las construcciones utilizan bloques de jal aligerado, pero no se evalúa la resistencia de las estructuras y aun así se construyen”.
La miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conhacyt) señaló que actualmente, en la arquitectura, existe un enfoque en la economía debido al auge y la demanda inmobiliaria, sin embargo, enfatizó la necesidad de utilizar materiales de mayor durabilidad.
“La arquitectura que tenemos en la ciudad es predominantemente efímera, observamos muchos edificios que carecen de aprobaciones contra riesgos o vulnerabilidades naturales o estructurales, (…) los materiales utilizados en la actualidad están fundamentados en tecnologías modernas, pero es crucial que las estructuras estén diseñadas para perdurar, con el fin de mitigar el daño medioambiental desde una perspectiva arquitectónica”, argumentó.
Sylvia Cristina Rodríguez González resaltó que desde las aulas de la Facultad se está promoviendo una mayor conciencia y sensibilidad hacia el medio ambiente a través de diseños arquitectónicos mejorados, utilizando materiales duraderos y sostenibles; esta perspectiva busca no solo mejorar la calidad y la eficiencia de las construcciones, sino también fomentar un enfoque más responsable hacia el entorno natural y la comunidad en general.