Este fruto crece del árbol con el mismo nombre, que es nativo de China central. Actualmente, esta planta se cultiva también en Japón, Corea y toda Asia oriental, pero también en países occidentales como Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, y países mediterráneos como España, Francia o Italia.
El nashi es un fruto de piel marrón, ligeramente moteada con tonos amarillos. Es de forma redondeada, y su tamaño puede variar. Su pulpa es blanca y crujiente, como la de la manzana, aunque su sabor nos recuerda que está emparentada con las peras. Esta combinación hace del nashi una fruta muy curiosa y deliciosa.
Pero, además, esta pera oriental contiene muchas propiedades. Es rica en agua, muy indicada para evitar la deshidratación en los días calurosos de verano. Pero, además, tiene mucha vitamina C, que ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunitario. También encontramos en el nashi múltiples minerales, como el calcio, que ayuda a mantener fuertes y sanos nuestros hueso, o el magnesio.
Seguro que a estas alturas ya estás deseando probar el nashi, si es que aún no lo has hecho. Pero si, además, te apetece cultivarlo, tienes que saber que sus necesidades de mantenimiento (riego, suelo, temperatura, etc.) son los mismos que en los perales europeos. Eso sí, algunas variedades de nashi toleran peor el frío. Podrás disfrutar de los nashis desde el mes de junio hasta octubre.
fuente: agriculturers
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