Abdul Aziz bin Fahd Al Saud, hijo del fallecido rey Fahd de Arabia Saudí, volvió a dejar con la boca abierta a todos los testigos cuando viajó, como todos los años, en su yate de lujo con más de 60 sexoservidoras de Brasil, Rusia y Francia.
De acuerdo con el periodista de ‘El Diario de Ibiza’, Joan Lluis Ferrer, Abdul deja propinas de hasta 30 mil euros, pero los habitantes de puerto Villa, a escasos metros de donde aparca su yate, no están contentos con su comportamiento.
Según los testimonios, se trata de mujeres con una belleza deslumbrante que se pasan semanas enteras a su disposición sin otra cosa que disfrutar de la playa y el sol.
Sin embargo, esta vida ostentosa le ha generado que las autoridades lo investiguen, pues el llamado ‘putibarco’ recibe comentarios de todo tipo, desde halagos, hasta miles de reproches.
Con información de Público.es
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