La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) ha expuesto profundos lazos entre el Cártel de Sinaloa de México y el crimen organizado chino en un nuevo caso. Concretamente, los fiscales han acusado a más de 20 asociados del cártel, radicados en Los Ángeles, de ser parte de un esquema para lavar más de $50 millones de las ganancias del narcotráfico a través de un sistema bancario clandestino operado por nacionales chinos en Estados Unidos, según informó la televisora estadounidense NBC News.
“Esta investigación muestra que el Cártel de Sinaloa ha entrado en una nueva asociación criminal con ciudadanos chinos que viven en Estados Unidos y que lavan dinero para los cárteles,” dijo la Administradora de la DEA, Anne Milgram, en una conferencia de prensa tras la presentación de los cargos.
El Fiscal Federal Martin Estrada, por su parte, señaló que los cárteles mexicanos y los lavadores de dinero chinos “han descubierto que tienen intereses mutuos.” Los primeros necesitan devolver el dinero a México de manera rápida y segura, mientras que los segundos tienen experiencia en ayudar a los chinos adinerados a eludir las restricciones sobre el envío de dinero de vuelta a su país, un límite que actualmente se sitúa en unos $50,000 al año.
“Juntos, estos grupos han creado una organización en la que se mueven millones y millones de dólares en ganancias de las ventas de drogas en Estados Unidos de vuelta a México,” añadió Estrada.
La investigación rastreó a los sospechosos recogiendo bolsas de dinero en efectivo de asociados del cártel en Los Ángeles y sus alrededores. En una ocasión, uno de los acusados chocó contra un automóvil conducido por un agente de la DEA para obstruir la investigación, hiriendo a un oficial. Al ser detenido, los oficiales encontraron que el acusado tenía docenas de paquetes de efectivo que sumaban casi $600,000.
En total, 22 personas han sido arrestadas o detenidas, una de ellas en China y otra en México.
El cártel estuvo recientemente en las noticias de EEUU después de que Néstor Isidro Pérez Salas, un alto miembro de la facción “Los Chapitos,” fuera extraditado al país a finales de mayo.
Conocido como “El Nini,” el Departamento de Justicia lo describió como “uno de los principales sicarios del Cártel de Sinaloa, responsable de asesinatos, torturas y secuestros de rivales y testigos que amenazaban la empresa criminal de tráfico de drogas del cártel.” La declaración también alega que formaba parte de la “producción y venta de fentanilo, incluso en Estados Unidos.”
El cártel de ‘Los Chapitos’ es considerado como el sucesor del Cartel de Sinaloa dirigido por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien actualmente cumple una cadena perpetua en Colorado por su papel en el mismo.
Los hijos de Guzmán están acusados de liderar el cartel sucesor y de desempeñar un papel clave en el tráfico de fentanilo a través de la frontera sur de Estados Unidos. Uno de ellos, Ovidio Guzmán López, fue arrestado el año pasado y extraditado a EE.UU. en septiembre. El gobierno estadounidense lo considera principalmente responsable del aumento de muertes por sobredosis atribuibles al fentanilo.