Guamúchil, Sinaloa.- De las pocas personas dedicadas a la Laudería en la zona del pacífico y con alto reconocimiento de músicos de agrupaciones consolidadas, Zurizaday Gastélum Angulo, originario de la ciudad de Guamúchil en Sinaloa, fabrica, repara y restaura guitarras, oficio que le dio la oportunidad de fabricar su primer guitarra y que hoy se ha convertido en su principal fuente de ingresos.
El haber crecido entre el aserrín, al dedicarse su abuelo Don José Angulo Acosta a la carpintería, así como el amor por la música que adquirió a muy temprana edad, inquietó a Zurizaday a fabricar su primer guitarra hace aproximadamente unos 22 años, guitarra con la que cuenta actualmente y la guarda como el tesoro más preciado.
“Yo crecí en el aserrín y pues tenía nociones, siempre me apasionó la madera lo que se hacía, yo en la secundaría así me ganaba la vida haciendo detallitos de madera, reparaciones de alguna silla, tabla para picar verdura, un bolillo y así sacaba para mis camiones y para traer un peso en la bolsa”.
A esa edad nunca imaginó que este oficio pudiera ser su vocación o fuente de ingresos, ya que nunca lo miró así, sino más bien fue por la necesidad de tener su propia guitarra, una buena guitarra elaborada por sus manos, frustración que superó al tener un bajo quinto en sus manos que lo acompañó por muchos años en su faceta de músico que también desarrolla.
Fueron sus amigos y compañeros músicos quienes al percatarse de su talento en la elaboración de guitarras comenzaron a llevarle instrumentos a restaurar, iniciando así con este oficio que hoy merece el reconocimiento de prestigiados músicos de diferentes agrupaciones, que ya cuentan con una Guitarra de la marca Zuri.
Lo que empezó como un hobby se convirtió muy pronto en su principal actividad, lo que lo llevó a prepararse de una mejor manera, acudiendo a Paracho, Michoacán, Pueblo Mágico catalogado la Capital Mundial de la Guitarra, ya que es donde se encuentran a decir de él, los mejores constructores de guitarras del mundo, donde adquirió mayor experiencia para un mejor trabajo y satisfacción para quien por encargo le solicita una de sus guitarras.
Con el paso de los años el poder contar con un taller y una tienda de música, Zurizaday Gastelum ha tenido la oportunidad de poder restaurar infinidad de guitarras que le hacen llegar de diferentes partes del estado de Sinaloa, así como de otros estados como de Durango y Sonora, sumándose estos trabajos a la elaboración de prestigiados Bajo Quintos que por encargo lleva a cabo para músicos de renombre, instrumentos que han llegado a Estados Unidos, Colombia, Guatemala e incluso a Europa.
“Ya somos un poquito más conocidos y la gente viene, nos visita y aquí le damos el servicio de la mejor manera posible, incluso ya exportamos guitarras a Estados Unidos inclusive a Sudamérica hemos mandado guitarras a Colombia y Guatemala”.
Las Guitarras Zuri han llegado a manos de músicos de agrupaciones importantes como son: Tigres del Norte, Calibre 50, Invasores de Nuevo León, Intocables del Norte, Grupo Pesado, Ariel Camacho y Raúl Hernández, entre otros.
Por manifestar poca edad y dedicarse al ambiente musical, hay quienes manifiestan incredulidad, sobre el oficio que lleva a cabo, sin embargo, es hasta cuando lo visitan en su taller que se percatan que Bajo Quintos de tan buena calidad salen de Guitarras Zuri.
Una ventaja que tiene como fabricante de guitarras por encima de muchos más es que también es músico y cada Bajo Quinto que elabora está calibrado para sonar bien al momento de llegar a su dueño.
“Eso es una ventaja, el ser músico sabes cómo va a sonar, como tiene que quedar, que tiene que afinar bien, eso es una ventaja muy grande porque la mayoría de los constructores no son músicos, saben hacer las guitarras, pero no saben afinarlas, ni tocarlas”.
Las guitarras que elabora van costos módicos hasta de costo elevado, dependiendo de las maderas y materiales que le solicite el cliente.
Al tener este oficio relación directa con la artesanía y carecer este municipio de esa cultura de artesanos, ha sido difícil poder encontrar personas que les apasione el trabajo y le puedan ayudar a hacer que el negocio de elaborar guitarras crezca, sin embargo, ese sueño lo tiene bien presente y no descarta llevarlo a cabo en corto tiempo, de poder industrializar su taller y en vez de hacer tres o cuatro guitarras al mes poder hacer un mayor número, así como generar empleos en personas que despierten su interés por la artesanía.