Jarvis Chimenes Pavao, uno de los narcotraficantes más peligrosos de América del Sur, tenía desde el año 2009 una celda de lujo en la cárcel Tacumbú de Asunción, Paraguay, difundió el diario ‘El Comercio’.
Chimenes Pavao cumplía con una sentencia de años por lavado de dinero, sin embargo, pocos imaginaron los lujos de que iba a gozar como reo: Su celda contaba con tres dormitorios y baño privado, una cómoda cama cubierta de edredones, paredes con baldosas cerámicas, cocina de alta tecnología, TV plasma, una biblioteca donde entre varias obras resalta la serie completa de Pablo Escobar y hasta una sala de conferencias.
La cárcel de Tacumbú abrió el jueves a los medios la lujosa celda del preso brasileño Jarvis Chimenes Pavão, un “departamento” que contrasta con el hacinamiento en que viven los internos de la prisión, la mayor de Paraguay y cuya conflictividad costó el puesto a la ministra de Justicia, Carla Bacigalupo.
Luis Villagra, nuevo director de la cárcel, ubicada en Asunción, guió a los periodistas por los aposentos de Chimenes Pavão, a quien se asocia con el narcotráfico y quien era considerado un poder en la sombra en Tacumbú.
La privilegiada situación de Chimenes Pavão, quien según sus abogados ayudaba económicamente a muchos presos sin medios para subsistir en la cárcel, era diametralmente opuesta a las condiciones de vida de la población carcelaria de Tacumbú, con unos tres mil 532 reclusos y una capacidad para mil 687 personas.
Precarias celdas donde se amontonan los prisioneros, muchos de los cuales ni siquiera tienen lugar en ellas y duermen en los pasillos, son el paisaje de Tacumbú, el máximo ejemplo de la superpoblación carcelaria de Paraguay.
Ese exceso demográfico en las prisiones, según datos oficiales, asciende a 13 mil 071 personas, pese a que sus infraestructuras solo tienen capacidad para albergar a seis mil 643 internos.
La invitación a los medios para visitar el “apartamento” de Pavao partió de la dirección de Tacumbú nombrada por el nuevo ministro de Justicia, Ever Martínez, quien asumió el martes en reemplazo de Bacigalupo.
Martínez, tras entrevistarse con el presidente paraguayo, Horacio Cartes, prometió una regeneración del sistema penitenciario paraguayo y se ha estrenado destituyendo a Luis Barreto, el anterior director de Tacumbú, y a Artemio Vera como responsable de la Dirección de Institutos Penales.
La mejora de la vida en las cárceles y el alivio del hacinamiento era también parte del programa que se marcó Bacigalupo cuando asumió en enero el mando del ministerio de Justicia.
Sin embargo, la explosiva situación en Tacumbú es la que parece haber pasado factura a la exministra, quien fue cesada por Cartes tras varias semanas en la cuerda floja.
Información: Excélsior
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