Hidalgo.- Este domingo se realizaron los primeros funerales de tres personas que murieron en la explosión en una toma clandestina de un oleoducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), en el municipio de Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, en la comunidad San Primitivo.
Al término de la misa, familiares, amigos y habitantes de la comunidad San Primitivo acompañaron a los deudos al panteón municipal. Los rostros de dolor y tristeza de las familias y pobladores no se podían disimular durante el entierro.
A las 18: 50 del viernes de 18 de enero fue cuando ocurrió la explosión de la toma clandestina. El charco de combustible que había en la zona era el equivalente a 10 mil barriles , según dijo el director de Pemex, Octavio Romero.
La detonación sucedió luego de dos horas de que se abrió la toma clandestina de gasolina, los habitantes del municipio de Tlahuelilpan habían acudido con bidones, cubetas y hasta garrafas para recolectar el combustible.
La mayoría de los testimonios de los familiares de los que murieron en la explosión, coinciden en que las víctimas fueron a recoger gasolina para ahorrarse la compra del combustible, o bien, ganarse unos pesos al venderlo.
A más de dos días de la explosión aún hay personas que siguen buscando a sus familiares. Por el estado de calcinación en que quedaron muchas de las víctimas, la identificación de los cadáveres se realiza por medio de pruebas de ADN.
Con información de Tribuna
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