Nueva York.- Jeen Blake, un chofer de 40 años, condujo su camión desde Queens, Nueva York, hasta Riverside, California. Blake, empleado de la empresa Good Guys Transport Corporation, invirtió una semana para ir y volver a Nueva York. En el interior de su camión había suelas de zapatos, entre las que estaba escondida parte de la droga.
El resto se ocultaba en paquetes cuadrados colocados en compartimentos secretos. Después de recorrer cuatro mil 800 kilómetros, el chofer entró a Nueva York el pasado 26 de agosto, sin saber que lo monitoreaba un operativo especial de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y la policía estatal.
El chofer tenía planeado encontrarse con el dueño de la empresa, Dorian Cabrera, en un estacionamiento de Long Island para entregarle la mercancía. Al llegar al lote, ambos entraban al interior del tráiler cuando fueron sorprendidos por los agentes, que además del cargamento de narcóticos hallaron más de 300 mil dólares en efectivo.
En el negocio de Cabrera había además otros 190 mil dólares y joyas de alto valor. Ambos fueron acusados por posesión de drogas y conspiración. El cargamento, dijo el agente especial de la DEA en Nueva York, James Hunt, tenía un valor de nueve millones de dólares a precio de calle. “Creemos que la droga entró por Nuevo México, la llevaron a California y luego a Nueva York. Van en círculos. Hay tanto dinero de por medio que vale la pena el esfuerzo, transitan por rutas que creen más seguras. Incluso, si pierden una cantidad importante en el camino, hay todavía mucho más”, afirma Bridget Brennan, fiscal especial de Narcóticos en Nueva York. Una investigación realizada por EL UNIVERSAL revela que el cártel de Sinaloa se ha apoderado del mercado de la heroína en Estados Unidos y aunque las autoridades ya lo tienen bajo la lupa, el grupo criminal no sólo ha logrado desplazar a Colombia y Afganistán, sino que busca extender su distribución en varios estados del país vecino.
Presencia en más de mil ciudades
De acuerdo con la DEA, 50% de la heroína vendida en Estados Unidos ha sido elaborada en México, entre 43% y 45% proviene de Colombia y el resto de países asiáticos. Casi toda es suministrada por los cárteles mexicanos. En entrevista con este diario, Brennan apunta directamente al cártel de Sinaloa como la organización que surte a Nueva York y al resto del país. De acuerdo con el más reciente informe del Departamento de Justicia, los narcotraficantes mexicanos tienen presencia en mil 286 ciudades. En menos de 10 años, nuestro país ha conseguido suplantar a Colombia y a naciones como Pakistán y Afganistán como líder en EU. Actualmente, México es el segundo productor mundial de opio y mariguana, de acuerdo con el más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Prevención de la Droga y el Delito. Nueva York ha sido una de las ciudades más afectadas por el control de los cárteles mexicanos en el mercado de la heroína. Actualmente, sufre una epidemia por el consumo de esta droga que no se había visto desde los 70. Brennan comenta que esto es consecuencia del aumento del suministro de la heroína desde finales de 2008, cuando grupos como el cártel de Sinaloa empezaron a asumir su producción. México cuenta con unas 10 mil 500 hectáreas de cultivos de opio, según la última estimación de la Oficina Nacional para el Control de Política de Drogas de la Casa Blanca. “Cuando hay una gran oferta de drogas en el mercado, hay una gran demanda. El suministro crea la demanda. Y porque hay un gran suministro de heroína viniendo de la frontera, hay un gran problema de adicción en EU en estos momentos”. Con el control del cártel de Sinaloa en las rutas de la heroína —que según autoridades estadounidenses son las rutas tradicionales de la cocaína y la mariguana—, Nueva York se ha convertido en una puerta de entrada y en una base para el suministro de droga en el noreste y en la costa oriental. “La heroína que incautamos ya no sólo se pretendía distribuir en Nueva York, sino también en otros estados como Pensilvania, Massachusetts, Vermont. Nueva York se ha convertido en un hub (centro de acopio y distribución)”, indica la fiscal. Un 35% de los decomisos de heroína en todo el país en el último año han sido en esta ciudad. La mayor incautación de los últimos cinco años fue en 2013, cuando se aseguraron 356 kilos. Hasta mayo de 2014, la cifra llegaba a 98 kilos, más que los 63 que fueron decomisados el año pasado en el mismo lapso. De acuerdo con el más reciente reporte de HIDTA (High Intensity Drug Trafficking Areas) que se refiere a Nueva York y Nueva Jersey, las bases de distribución de heroína se encuentran a las afueras de la ciudad. “Trenton y Camdem sirven como los mayores centros de distribución y representan también significantes mercados de heroína. Albany también funciona como centro regional, con personas viajando a estados vecinos como Vermont, Massachusetts y otras áreas rurales al norte de Nueva York para comprar heroína”, indica el informe de dicho organismo fundado por la Oficina Nacional de Política de Drogas.
Extienden sus tentáculos
Las nuevas rutas de la heroína han afectado además a estados que nunca habían tenido problemas de consumo como Maine o Vermont. En éste último, el gobernador Peter Shumlin declaró en enero pasado una emergencia de salud por un incremento de 770% en el consumo de opiáceos desde 2000 a la fecha. Lo que en ese estado había empezado como una adicción a la oxycodina y a las píldoras de prescripción, terminó con una epidemia de heroína y con el doble de muertes por sobredosis en el último año. Según James Hunt, agente especial de la DEA en Nueva York, cuando las prescripciones de oxycodina se volvieron más difíciles de conseguir, los cárteles mexicanos aprovecharon la oportunidad para sustituir esa droga por la heroína, que es mucho más barata y más adictiva. “Los mexicanos están llenando el mercado. Son hombres inteligentes de negocios con un producto que es veneno. La heroína hoy es más barata, más abundante y más potente de lo que era hace 20 años”, señaló durante una conferencia de prensa en septiembre. En 2008 aumentaron los suministros de heroína mexicana y también su calidad. En décadas anteriores era común encontrarse en EU con la llamada black tar heroine, un tipo de droga café de mala calidad. Sin embargo, en los últimos años, la heroína mexicana es principalmente blanca y su efecto más potente. Se calcula que la pureza de la que hoy circula por calles neoyorquinas ronda entre 40% y 60%. Durante la epidemia de los 70, la pureza no pasaba de 10%. Un mes después de que se decomisara el camión con 15 kilos de heroína, un grupo de dominicanos, encabezado por José Dejesus, de 40 años, fue detenido en el Bronx mientras cortaban 10 kilos de esa droga y la empaquetaban cuidadosamente en pequeños sobres blancos que tenían etiquetas con nombres como “Sin City”, “Prada”, “Pinky Dinky” y “Audi”. En el departamento se encontraron cientos de miles de sobres que estaban listos para ser vendidos en todo el noreste de EU por un costo de entre seis y 10 dólares. También había máscaras, filtros de café y diversos productos dedicados al procesamiento de la droga. Un kilo de heroína pura puede derivar en más de 50 mil dosis después de haber sido cortada con químicos como estricnina y quinina o sustancias como azúcar, tiza o bórax. Una vez reducida la pureza del kilo, éste puede llegar a venderse en las calles en más de medio millón de dólares. “¿Cómo las drogas pasan de la persona que las transporta de California a esta organización en el Bronx? Es una pregunta abierta. Hay probablemente sólo un vínculo en la cadena y posiblemente sea una conexión directa entre esos que traen grandes cantidades de heroína a Nueva York y los que la distribuyen en sobres por las calles. Hay un sinnúmero de organizaciones, pero los dominicanos siguen liderando la distribución en la ciudad”, dice la fiscal antinarcóticos. En las calles de Nueva York y alrededores, varios grupos controlan la venta de heroína. Si bien la droga llega desde México, una vez en esta ciudad cae en distintas manos. “Hemos visto rusos, europeos del este, colombianos y mexicanos. No es exclusivo de un grupo”, dice la fiscal. Para los cárteles, agrega la funcionaria, es mejor trabajar con las mafias locales, ya establecidas, y así todos ganan dinero. Durante la epidemia de la década de los 70, la mayor parte de la heroína en Nueva York era asiática, y al venir de tan lejos era controlada por una sola organización que se encargaba también de su distribución: la Cosa Nostra. “Ahora, con tanta heroína viniendo de la frontera, no hay tanta centralización en la distribución, todos tienen una parte”, asegura.
*Los autores ganaron el Premio Nacional de Periodismo 2013 y el Premio Ortega y Gasset de Periodismo 2014, por reportajes de la serie Narcotráfico en América, publicados en esta casa editorial.
Fuente: eluniversal