WASHINGTON (apro) – Unidad nacional, equidad económica, derrotar a la pandemia por covid-19 y dejar atrás al racismo, es la promesa y exigencia que hizo Joe Biden a su país, tras convertirse oficialmente en el presidente constitucional 46 de Estados Unidos.
“Es un tiempo de prueba, de ataques a la democracia, de racismo, inequidad económica y de la amenaza de un virus”, destacó Biden en su primer mensaje a la nación estadunidense tras asumir el poder ejecutivo.
“Los retos los enfrentaremos juntos, esta es una de las grandes responsabilidades que asumo, todos estamos a prueba; es un tiempo de fortaleza, seremos juzgados por lo que hagamos en estas horas de dificultad”, subrayó el nuevo mandatario estadunidense.
Ante las escalinatas del Congreso federal de su país en las que este miércoles se escribió otra parte de la historia, se realizó la juramentación de Kamala Harris como vicepresidenta, la primera mujer de origen afroamericano en ocupar ese puesto en el poder ejecutivo.
En clara alusión al legado de odio, racismo, extremismo e insurrección y sedición que deja Donald Trump en Estados Unidos, sin mencionar al nombre de su antecesor, Biden manifestó que su presidencia buscará sanar todas las heridas abiertas en los últimos cuatro años.
“Cierro el día como lo comencé, dándoles mi palabra de defender la Constitución y la democracia por el bien de todos, hago un llamado a la esperanza sobre el miedo y a la claridad sobre la oscuridad”, resaltó Biden en su primer mensaje como presidente a sus conciudadanos.
Ceremonia blindada
La 59 ceremonia de toma de posesión presidencial de Estados Unidos desde 1789, estuvo engalanada por los protocolos constitucionales con la guardia de honor presidencial de las fuerzas armadas y la presencia de dignatarios, expresidentes y de los tres poderes de la Unión.
“Este es nuestro momento histórico de crisis y reto, la unidad es el camino hacia adelante y debemos enfrentarlo como los Estados Unidos de América, si lo hacemos y se los garantizo, no fracasaremos”, insistió el presidente Biden.
En una ceremonia oficial sin la población civil como testigos del evento, bajo la vigilancia de 25 mil elementos de la Guardia Nacional, cientos de policías y agentes federales, Biden se encumbro para eliminar los vestigios y errores de Trump que han dividido a su país.
La hermética vigilancia militar y táctica de las fuerzas de seguridad, aunque celebrado un momento democrático, no pudieron borrar los momentos de tensión que se viven por el racismo y las amenazas de los grupos supremacistas blancos que comulgan con el trumpismo.
Con la presencia de jueces de la Suprema Corte de Justicia, legisladores federales, los exvicepresidentes, Mike Pence, Dan Qayle y los expresidentes, Bill Clinton, George W. Bush y Barck Obama, el presidente Biden con Harris a su lado inician un gobierno que promete todo, como típicamente hacen todos los que asumen el poder.
Biden habló del “ataque a la democracia” como caracterizó al asalto al Capitolio del pasado 6 de enero por parte de fanáticos y seguidores de Trump incitados por el propio expresidente y se comprometió hacer todo lo posible porque algo así nunca se repita.
Harris tomo juramento como vicepresidenta, guiada por Sonia Sotomayor, la primera mujer de origen latino en convertirse en juez de la Suprema Corte de Justicia.
Al presidente Biden le tomó juramento el presidente de la Suprema Corte de Justicia, John Roberts.
Gaga y J Lo y migrantes
Antes de la formalidad de la ceremonia, la cantante Lady Gaga, entonó el himno nacional de los Estados Unidos, seguida de la participación de la cantante puertorriqueña Jennifer López, quien gritó en español desde las escalinatas del Capitolio: “Una nación indivisible con justicia y libertad para todos”.
Brevemente y al hablar de política exterior, Biden se comprometió a restablecer las alianzas con otras naciones que Trump daño en los últimos cuatro años, “podemos hacer nuevamente a Estados Unidos la fuerza líder y del bien en el mundo”, dijo.
En paralelo, rindió tributo a las más de 400 mil personas que han muerto a causa de la pandemia por covid-19, asegurando que su presidencia abordara con decisión y fortaleza la problemática del virus.
Primeros actos, sin violencia
Luego de su mensaje a la nación, Biden se dirigió al Cementerio de Arlington, para presentar una ofrenda floral a todos los soldados estadunidenses caídos en las guerras.
Posteriormente el nuevo presidente participó en el desfile tradicional del Capitolio al Congreso en compañía de su esposa, Jill, con todas las restricciones por covid-19, con cubrebocas y guardando la sana distancia para prevenir contagios del virus.
Gracias a todo el despliegue de seguridad, no hubo enfrentamientos violentos con la gente que se oponía a la presidencia de Biden, y sólo se registró una falsa alarma sobre un presunto atentado con bomba al edificio de la Suprema Corte de Justicia.
En su primer acto como presidente y al llegar a la Oficina Oval de la Casa Blanca, Biden envió al Congreso federal un proyecto de ley de reforma a las leyes de inmigración, y firmó una docena de ordenes ejecutivas para revocar las que Trump instrumentó en su presidencia.
Por la noche, Biden y Harris acompañados de sus respectivos conyugues, participarán en varias galas que a diferencia del pasado y por la pandemia, tendrán menos participación de invitados y serán transmitidas a la población estadunidense por internet y televisión.