Cambió el año, cambió el gobierno, y en la casa blanca de Los Mochis donde fue recapturado “El Chapo” Guzmán el tiempo se detuvo.
Por: Denisse Miranda
Pasó la Navidad, se retiraron la Verbena y los juegos mecánicos, y el Parque Sinaloa, la Plaza Paseo, la nueva Plaza Sendero y, para algunos, la esquina del bulevar Jiquilpan y Río Quelite fueron el segundo domingo del 2017 los atractivos de la ciudad de Los Mochis.
Lejos de las rutas turísticas, la casa del fraccionamiento Las Palmas en donde el 8 de enero de 2016 fue recapturado el narcotraficante sinaloense Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, ese domingo sí fue objeto de la curiosidad de algunas personas que, recordando la fecha, indiscretamente tomaron imágenes del lugar.
En el barrio volvió a ser tema de conversación el despertar de esa madrugada nublada cuando habitantes de los sectores Las Palmas, Scally, Residencial del Valle y otros, vivieron el susto de sus vidas durante el impresionante intercambio de fuego entre gobierno y mafia, en un operativo que duró más de cuatro horas y que culminó con la detención de Guzmán, su jefe de seguridad Orso Iván Gastélum Cruz, “El Cholo Iván”, y seis de sus escoltas, y con la muerte de cinco presuntos gatilleros.
NUEVA ESTRATEGIA EN SEGURIDAD.
366 días después, la casa blanca del “Chapo” siguió igual. Sellos de aseguramiento de la Procuraduría General de la República. Candados en puertas. Cintas preventivas alrededor de las banquetas. Y policías municipales custodiando día y noche, parapetados tras una barricada formada con cartones de minisplit Mirage.Lo que cambió fue el entorno.
Mario López Valdez, quien gobernaba Sinaloa cuando ocurrió la recaptura en Los Mochis, entregó en la víspera del año nuevo la estafeta a Quirino Ordaz Coppel y, con ello, inmediatamente se puso en marcha una estrategia diferente en materia de seguridad pública en el estado.
La tarde del 8 de enero de 2017 un convoy de la recién llegada Policía Militar pasó casualmente por el bulevar Jiquilpan frente a la finca asegurada. La presencia de los castrenses, a veces acompañados de agentes mu
nicipales, es una muestra de la incipiente militarización de la seguridad pública debido a la ineficiencia y el sospechosismo que recae sobre las fuerzas civiles.
Y es que fue precisamente la Marina-Armada de México la institución que ese 8 de enero de 2016 trajo a Los Mochis el Operativo Cisne Negro, que condujo a la reaprehensión del hombre más buscado por la justicia internacional.
Así, la casa blanca del “Chapo” sigue resguardada por policías preventivos, como también continúa protegida, a la vuelta de la esquina, la propiedad de la señora Valdez, madre del hoy exgobernador Malova.
Y A VARIOS CIENTOS DE KILÓMETROS…
Entre tanto, muy lejos de Los Mochis, la actriz Kate del Castillo, de 44 años, quien tras la recaptura acaparó los reflectores por sus supuestos vínculos con el capo sinaloense, continúa promocionando su tequila Honor del Castillo.El viernes 6 de enero, dos días antes del primer aniversario del Operativo Cisne Negro, la también empresaria radicada en Los Ángeles, California, subió a sus redes sociales la fotografía de un par de botellas del tequila que, según trascendió inicialmente, Joaquín Guzmán habría financiado. Sin embargo, este asunto está en pausa debido al amparo que la mexicana con ciudadanía estadounidense obtuvo en noviembre pasado ante la acción de la PGR que insistía en llamarla a declarar.
“Feliz Día de Reyes!!! #nosehaganrosca #livewithhonor #tequilahonordelcastillo…”, escribió Del Castillo, quien además, en diciembre pasado denunció ante la PGR la falsificación de documentos de la que habría sido víctima.
En el portal del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación aparece una resolución del 30 de noviembre de 2016 en respuesta a una impugnación a la convocatoria de elección de gobernador del Estado de México suscrita aparentemente por la ciudadana Kate del Castillo Negrete Trillo, que es el nombre completo de la actriz.
Sin embargo, en sus mismas redes sociales la hija de Eric del Castillo aclaró que jamás presentó dicho recurso y que inclusive, ya presentó denuncia ante la PGR por el delito de falsedad de documentos.
“El Chapo” Guzmán sigue preso. En mayo lo cambiaron, del penal del Altiplano en el Estado de México, a la prisión federal de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde espera que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva un par de amparos que promovió para evitar su extradición a Estados Unidos.
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