El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador con la extradición de Emilio Lozoya Austin de España a México en calidad de testigo colaborador a través de la Fiscalía General de la República; acción que ha sido para su gobierno similar a haber abierto la caja de Pandora, es decir: «el místico recipiente que contiene los secretos de todos los males de la corrupción en México».
La caja de Pandora mexicana de la que hablamos –similar a la de la antigua Roma– contiene todos los secretos y males de actos malhechores perpetuados en contra de la nación, símbolos de la más alta corrupción de los últimos 30 años de vida política del país, es decir, empezando con el sexenio de Carlos Salinas de Gortari; siguiendo con el de Ernesto Zedillo Ponce de León; después el de Vicente Fox Quesada, no se diga de; Felipe de Jesús Calderón Hinojosa; y el último del priista, Enrique Peña Nieto.
Con lo que hasta ahora lleva desarrollado el caso Odebrecht que envuelve directamente al ex director de PEMEX Emilio Lozoya Austin con su debido proceso judicial-penal, a toda la sociedad mexicana le ha quedado claro el por qué de manera insistente –casi obsesiva – el Ejecutivo Federal, marca las últimas tres décadas de gobiernos como el periodo del ‘neoliberalismo’.
Antes de todo esto, –desde tiempos de campaña– con los simples y ‘huecos’ señalamientos, la repetición incesante de los mismos, al pueblo de ascendencia azteca, no le caía «el 20»; ahora con tanta evidencia como prueba, queda claro que la tan obstinada actitud; asegura que AMLO, tiene en sus manos el futuro del PAN y del PRI.
Con relación a tanto desfalco –ahora comprobado– y daños ocasionados en detrimento de las riquezas de la nación, y a reserva de lo que más permee en el colectivo imaginario de mexicanos y mexicanas, muy preocupados deben estar la clase política panista, incluso, más que la priista, porque la nueva casería -desde luego también fundada- del mandatario nacional, es hacia la persona y figura más prominente del PAN: el expresidente Felipe Calderón.
Hoy, y pese a que los medios que no comulgan con las decisiones de AMLO y los postulados de la 4t, (estimado arriba del 80%) apuestan a que nada pasará y que todo será circo para sacarle raja política, advertimos que AMLO, como mínimo, está a punto de llamar a comparecer, no solo a uno, sino a dos ex presidentes de México por actos de corrupción, situación inédita e histórica en el país.
Así como estos actos que mantienen en la incertidumbre a panistas y priistas con relación a su futuro se están sumando otros más, en virtud de que cuando hablamos de corrupción una cosa lleva a la otra, dicho de otra manera, el hilo putrefacto que mantiene casi en agonía a una nación que tan solo por sus riquezas naturales debería estar considerado dentro de los países más ricos del mundo.
Al expresidente Calderón, pese a que se espera que lo peor para él y su futuro se encuentra por ahora tras las rejas en EEUU en la persona de su ex secretario de seguridad y dedo chiquito de cualquiera de sus manos, Genaro García Luna, y que estará guardado para una vez pasadas las elecciones en el país ‘gabacho’, le brotan dentro del escandaloso caso de Odebrecht lo de los contratos en relación a la planta petroquímica etileno XXI, y ahora más recientemente, lo de la Auditoría Superior de la Federación que encontró irregularidades en la compra de acero para la construcción de la Estela de Luz y le piden regresar más de 400 millones de pesos.
Reiteramos, cuando hablamos de casos y actos símbolos de la más alta corrupción, es que saldrán muchos más temas. Cuántos más seguirán a los ya señalados, es como el cuento de nunca acabar.
Entonces la sociedad mexicana deberá estar muy al pendiente de éste y otros temas ante las elecciones del 2021, para recordarles a esta clase política del país y sus defensores, que son ricos potentados de “inmensa ternura” en su que hacer político.
Asimismo, la clase política tanto del PAN como del PRI en el país, se preguntan así mismos que si con qué cara o argumento moral pedirán el voto a la sociedad el próximo año, con mayor acentuación en los Estados donde habrá cambio de en las gubernaturas (Sinaloa uno de ellos). A quienes se lo han preguntado en momentos de reflexión y sinceridad, se los confirmamos: «¿con qué cara pues?»
Por lo pronto, Calderón dice que “le harán los mandados” –los señalamientos a su persona– pero que “sí le molesta”, por lo menos ya aceptó algo. Y su nivel de sinvergüenza ¿cómo andará?
Mientras tanto y sin posibilidad alguna de componer cabalmente las cosas ante la cercanía del proceso electoral, –que arranca en septiembre– AMLO los mantiene y los mantendrá muy ocupados tratando de desenredarse en tan escabrosos y vergonzosos casos.
Les salió bravo el perro.
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