Guamúchil, Sin. Las obras de rehabilitación en la tubería del drenaje sobre la calle Ferrocarril en esta ciudad de Guamúchil, desde hace tres meses aproximadamente, está desquiciando a la ciudadanía, sobre todo a las personas que habitan y tienen sus comercios sobre la misma. Su calidad de vida se ha visto mermada gracias al colapsado drenaje en reparación y sus comercios están practicamente “parados”, gracias a que la calle se encuentra bloqueada al tráfico.
Al principio fue bloqueada desde la calle 16 de septiembre hasta la 5 de mayo, posteriormente desde la Dr. de la Torre, hasta Nicolás Bravo y actualmente toda la vía permanece completamente bloqueada y con el asfalto destruido, en donde se sitúan enormes lagunas de aguas negras, situación que tienen que enfrentar los residentes del lugar.
El señor Ramón Rivas García, propietario de un comercio de helados localizado sobre la calle en mención y al mismo tiempo habitante del área, destacó que la situación ya es insoportable, pues los malos olores no los dejan vivir, situación que los ha hecho temer por afectaciones en su salud, com0 los son: infecciones de tipo gastrointestinales o la propagación del dengue; situación que más les inquieta, todo esto gracias a las acumuladas aguas negras. Por otra parte agregó que podrían haber derrocamiento del asfalto, desocupándoles así que uno de los niños del sector pudiera caer accidentalmente dentro de las lagunas, lo cual para todo el vecindario resultaría fatal. Él acompañado de algunos vecinos acudieron hasta el Ayuntamiento de Salvador Alvarado, con la finalidad de obtener alguna respuesta por lo tardío que ha resultado el desarrollo de la obra, sin embargo hasta la fecha no han obtenido ninguna respuesta satisfactoria. Según testimonios de los vecinos, representantes de la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Salvador Alvarado, (JAPASA), justifican la falta de recursos para terminar la obra:
“Yo veo que anuncian muchos millones para obras; pavimentos, plantas potabilizadoras y dicen que no hay dinero para terminar lo que aquí empezaron, no me parece lógico”, mencionó el inconforme ciudadano.
Otras de los inconvenientes es la nula actividad de los comercios localizados en el lugar, la mayoría de ellos de compra y venta de granos. Oscar Gastélum, otro de los comerciantes afectados, mencionó que de continuar la situación de esta forma, muchos van a verse obligados a cerrar sus puertas, pues ya no podrán soportar por mucho tiempo los bajos rendimientos económicos.
Cabe destacar que la obra tiene más de un mes sin actividad alguna, y 20 días que el pavimento fue abierto peligrosamente, en donde se dejaron al descubierto las indeseables aguas.