Guamúchil, Sinaloa.- Su espesa barba despertó el interés por disfrazarse de Santa Claus y buscar arrancar sonrisas e ilusiones a cada uno de los niños que cursaban preescolar hace 26 años en esta ciudad de Guamúchil, acción que con el paso del tiempo se extendió a Mocorito y que a la fecha sigue practicando.
El acercamiento con los niños en la atención en su profesión como médico, hizo que despertara en el Doctor Sergio Rafael Gómez Arévalo el gusto por disfrazarse de Santa Claus y acudir a sorprender a los chiquitines en sus kínderes, brindándoles la ilusión de conocer a ese famoso personaje cuyo nombre en el mes de diciembre suele ser muy popular.
Para el Dr. Gómez el recibir las sonrisas y el cariño de los niños cada vez que se acerca a ellos enfundado en el traje de color rojo con blanco y su extensa cabellera del color de la nieve, hace que a pesar de los 26 años que tiene realizando esta hermosa actividad, siga teniendo fuerzas para visitar hoy a más de 25 instituciones educativas, donde su presencia llena de magia el rostro de los pequeñitos.
Tan solo los niños escuchan el sonar de la campana frente a las puertas de sus aulas, ya saben que Santa Claus llegó a visitarlos, ya que suele hacerlo por sorpresa, cuando menos lo esperan, aunque quienes ya saben que se aparecerá en cualquier momento en estos espacios son las propias maestras, quienes han sido testigos del cúmulo de emociones que invaden a los niños cuando observan a Santa Claus frente a ellos.
El recibir las sonrisas, muestras de cariño y admiración de los niños no tiene un precio, por lo que en su visita siempre busca llevar algún obsequio para los chiquitines, entre ellos algunos dulces y juguetes, los cuales recopila entre algunos amigos de profesión, sin buscar nunca otro fin que no sea el de mantener viva la ilusión de que Santa Claus existe para los niños.
La emoción que invade a los niños al tener a Santa Claus frente a sus ojos, le ha ocasionado algunos accidentes, ya que al intentar abrazarlo en una ocasión lo derribaron. Así como también no ha faltado el pequeño que le jala la barba para corroborar que sí sea el verdadero Santa Claus, además de algunos cuestionamientos como ¿dónde están los renos?, ¿dónde vives?, ¿hace mucho frío?, ¿me vas a traer regalo?, interacción con los niños que extraña y que también desea que la Navidad se llegue para volver a vivir esos momentos.
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