La historia empezó ene l 2011 cuando Joao Pereira de Souza, de 71, encontró a un pingüino cubierto de petróleo en la playa donde suele ir a pescar en el sureste de Brasil. Pereira rescató al ave, lo limpió, lo llevó a su casa y lo alimentó. El pingüino se recupero pronto y lo llamó Dindim. Cuando estuvo listo, Pereira de Souza lo llevó al mar y lo dejó libre.
Pero Dindim no se quería ir. La primera temporada pasó 11 meses con este humilde pescador de gran corazón. Pasando ese tiempo Dimdim volvió a tomar su camino en el mar en lo que Pereira de Souza pensó era el adiós. Pero 4 meses después el pingüino estaba de regreso y así ha sido desde entonces, como una relación de amor con marinero.Y de hecho Pereira de Souza está convencido de que el pingüino lo ama y el ama al pingüino y, ¿quién se atrevería a cuestionarlo?
Se cree que Dimdim nada más de 8000 mil kilómetros a una isla entre Chile y Argentina en la que miles de pingüinos se reproducen.
Como podemos ver en el video, los otros pescadores también están maravillados de esta relación y de los hábitos del pingüino que va y viene, teniendo un hogar en las playas brasileñas pero sintiendo también el llamado del mar. Una belleza.
Con información de Pijamasurf
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