Muchísimo antes de que la NASA hiciera esta bellísima visualización de las corrientes marinas, una de las formas de entenderlas era arrojar botellas con mensajes dentro para ver en qué playa encallaban. Recientemente una mujer llamada Marianne Winkler, que paseaba en una playa germánica a unos 500km de Inglaterra, encontró una botella con un mensaje, la más antigua del mundo.
La botella fue lanzada al Mar del Norte entre 1904 y 1906 por un tal George Parker Bidder, un biólogo marino. Dentro de la botella, la mujer encontró una postal con un mensaje que decía que si entregaba la botella a la Marine Biological Association del Reino Unido, se le recompensaría con 1 chelín.
Un antiguo chelín inglés fue enviado a Winkler por parte de la asociación. Al parecer, el biólogo Bidder lanzó alrededor de mil botellas al mar, de las cuales esta es la única que se ha encontrado. Quedan 999 en espera.
Información: pijamasurf
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