Culiacán, Sin. “La gente llora en la sierra” del noroeste de México tras la recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán, se canta en uno de los narcocorridos que pululan en internet para narrar el último episodio del icónico narcotraficante que, según dice la canción, ya estaría planeando su nuevo escape.
Entre notas de acordeón, monótonos ritmos y voces estridentes, los cantantes de narcocorridos -que exaltan las actividades de los traficantes- no demoraron en narrar la reciente captura del dos veces fugado Guzmán, atizando el mito criminal alrededor del líder del cártel de Sinaloa.
Portando sus sombreros rancheros, los músicos de La Ventaja entonan el corrido frente a los precipicios de las sinuosas montañas de Sinaloa: “Cuando llegué a la sierra, de lejos vi a una viejita que estaba llorando. ¿Qué le sucede señora? Es que agarraron al Chapo, si la noticia fue cierta, se nos vendrá la pobreza”.
La admiración que muchas personas tienen en Sinaloa por El Chapo, a quien ven como un protector, ha hecho surgir varios corridos en torno a su recaptura, como La recaptura del señor de Conjunto Dinámico o La captura de El Chapo 3 de El Morro.
Incluso llamó la atención de Alfredo Ríos El Komander, un afamado cantante de narcocorridos, que ya está preparando el lanzamiento de Cayó El Chapo.
De hecho, la semana pasada El Komander ya cantó en público su canción en un lugar muy simbólico: frente a la casa de Los Mochis que fue el último escondite del capo antes de ser detenido el pasado 8 de enero, seis meses después de haberse fugado de una prisión de máxima seguridad. “Se escuchaban las ráfagas de metralla en Los Mochis, Sinaloa. ¿Quien se lo iba a imaginar? Ya lo están publicando la noticia, la primicia, que cayó El Chapo Guzmán”, entona el artista en un extracto que circula en Youtube y que se suma a otro corrido que cantó hace unos años: El regreso de El Chapo.
El error: “una mujer”
Irvin Sánchez, cantante y acordeonista del grupo La Ventaja, dijo a la AFP que con su narcocorrido La gente llora en la sierra no se busca “alabar ni tampoco ofender a alguna persona”, pero su canción augura una nueva fuga de Guzmán.
“Usted no se preocupe, que pronto van a soltarlo. Si no, pues luego se escapa, eso ya está comprobado”, dice el corrido.
Para evadir su último arresto, El Chapo intentó escabullirse por una red de drenaje, salió a una calle por una alcantarilla y emprendió la huida a bordo de un automóvil, pero poco después fue interceptado por los uniformados.
“Esta historia no termina, porque El Chapo sigue vivo, no se confíen señores, yo sé bien lo que les digo, de seguro tiene un plan, aunque lo quieran los gringos”, canta en otro narcocorrido el cantante Gonzálo Peña.
Y la sorpresiva reunión clandestina del capo con la estrella de Hollywood Sean Penn y la afamada actriz de telenovelas mexicana, Kate Del Castillo, que aparentemente fue clave para la recaptura del capo, también merecieron un lugar entre los narcocorridos.
“La gallina de los huevos, la quieren investigar, porque le dio una entrevista a Joaquín El Chapo Guzmán. Escarben ratas y topos, a ver qué van a sacar”, dice el corrido La gallina de los huevos de oro, también de Gonzálo Peña, conocido como La pantera del corrido.
“La noticia fue una bomba, ya todos deben saber (…) los errores de los grandes, siempre ha sido una mujer”, remata.
Este tipo de corridos forman parte de la llamada narcocultura, un movimiento que, además de música, se expresa en la literatura y el cine para retratar e incluso hacer apología de las “hazañas” -muchas veces violentas- de los narcotraficantes.
Algunos artistas de este género han acabado viviendo en carne propia la violencia de sus letras. Más de 50 cantantes denarcocorridos han sido asesinados en México desde que la violencia se disparó en el país en 2006 a raíz de una ofensiva militar antidrogas.
Con información de La Jornada
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