Mientras que el 2015 llegaba a su fin, muchos en la industria energética mundial estaban rezando para que el precio del petróleo se recuperara del abismo, restaurando el mundo del petróleo céntrico del último medio siglo. Sin embargo, según afirma el reconocido experto en temas de recursos naturales, profesor y escritor estadounidense, Michael Klare, en su artículo para el portal Salon, la depresión actual del precio del petróleo continuará en 2016 y se extendería a la década del 2020 y más allá.
Para hacer clara la perspectiva del mercado el experto recuerda que tan solo en junio del 2014 el crudo Brent de referencia mundial de petróleo, se vendía a 115 dólares por barril. Entonces los analistas energéticos asumían que tal precio se mantendría también en el futuro y podría elevarse aún más. Sin embargo, hoy en día el mismo crudo se vende por 30 dólares por barril, un tercio del precio de hace 18 meses y, de acuerdo con un escenario recientemente ofrecido por la Agencia Internacional de Energía (AIE), los precios podrían alcanzar el rango de 50 a 60 dólares solo para la década del 2020, y llegar hasta los 85 dólares para el 2040.
Una tormenta perfecta
En términos generales, los precios del petróleo suben cuando la economía global es robusta, la demanda mundial está aumentando, los proveedores están produciendo a niveles máximos almacenado poco o el exceso de la producción está bien controlado. Pero tienden a caer cuando, como ahora, la economía global se ha estancado, la demanda de energía es tibia, proveedores claves no logran frenar la producción en consonancia con la caída de la demanda, que causa la acumulación innecesaria del petróleo sobrante.
Así, según explica Klare, los niveles de los precios del petróleo han alcanzado su récord de 143 dólares por barril en julio del 2008 cuando la economía mundial estaba en su apogeo, pero la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de ese mismo año y la siguiente crisis económica mundial bajaron los precios hasta 34 dólares en diciembre. No obstante, el marcado pudo recuperarse para el 2011 cuando en febrero los precios cruzaron de nuevo el umbral de los 100 dólares, donde se mantuvieron hasta junio del 2014.
Esta recuperación puede ser explicada por varios factores, pero el más importante, según el analista, ha sido la decisión de las autoridades chinas de invertir en la infraestructura y estimular el automovilismo en el país, lo que aumentó significativamente su demanda de energía, saltando el consumo de petróleo en un 35%. No obstante, este escenario no va a servir en la situación actual, contrastan los expertos, ya que la demanda energética china ya no mantiene el mismo ritmo debido al crecimiento económico tibio del país provocado por la caída en la exportación de sus productos.
Este factor junto con la reducción de la demanda estadounidense del petróleo extranjero y el aumento de la extracción nacional en el país, de acuerdo con el plan de la Casa Blanca del 2012, han creado una tormenta perfecta de contención de los precios del petróleo.
Resistencia saudita
Los sauditas y sus aliados en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), por su parte, según opinan muchos analistas, podrían frenar la producción como en el pasado para impulsar los precios. Sin embargo, el 27 de noviembre de 2014 la OPEP rompió esas expectativas votando a favor de mantener las cuotas de producción de sus Estados miembros. Al día siguiente, el precio del crudo se desplomó por 4 dólares por debajo de su mínimo histórico.
Algunos expertos explican tal resistencia a la reducción de la producción de petróleo con el deseo de Arabia Saudita de ‘castigar’ a Irán y Rusia por su apoyo al gobierno de Bashar al Assad. Además los sauditas se ven en mejor posición que sus rivales por la intemperie de un descenso de los precios a largo plazo debido a sus bajos costos de producción y sus grandes reservas de divisas.
De acuerdo con otra teoría, los sauditas están tratando de mantener un entorno de precios en el que los productores de esquisto de EE.UU. y otros operadores petroleros serán expulsados del mercado.
Otros factores en Oriente Medio
Otro factor que no permite la recuperación de los precios del crudo es el aumento de la producción por parte de Irak e Irán. Dado que hoy en día el Estado Islámico poco a poco está perdiendo los territorios iraquíes ocupados, la mayoría de los yacimientos de petróleo más importantes está pasando a manos del Gobierno del país. Los expertos esperan que muy pronto este hecho pudiera llevar al crecimiento estelar del mercado petrolero iraquí.
En cuanto al petróleo iraní, durante años, la producción en este país ha sido obstaculizada por las sanciones impuestas por EE.UU. y la Unión Europea (UE), lo que impedía tanto las transacciones de exportación como la adquisición de tecnología de perforación occidental avanzada. No obstante, ahora, gracias a su acuerdo nuclear con Washington, esas sanciones están siendo levantadas, lo que le permite reingresar al mercado del petróleo y realizar la importación de tecnología necesaria.
Fuentes de energía alternativas
Por otra parte, mientras que la preocupación por el cambio climático crece a nivel mundial, un creciente número de jóvenes habitantes urbanos están optando por subsistir sin coches por completo, reemplazándolos con bicicletas y el transporte público. Además, el uso de fuentes renovables de energía como el sol, el viento y la energía del agua está en aumento y crecerán más en este siglo.
De acuerdo con los analistas, los precios del petróleo, por supuesto, subirán algún día. Eso es inevitable. Aun así, en un planeta en dirección a una revolución de la energía verde, no hay seguridad de que jamás se alcanzarán los niveles de los 100 dólares por barril.
Con información de RT
Mantente informado en nuestras redes sociales.