Los resultados de la investigación publicada esta semana en la página oficial de la Sociedad de Alzheimer han demostrado que medicamentos contra el cáncer que activan las células del sistema inmune contra las células tumorales, atacan simultáneamente los síntomas propios del mal de Alzheimer.
Este tipo de fármacos actúan sobre una proteína conocida como ‘PD-1’, que se encuentra en ciertas células inmunes y es responsable de suprimir su actividad. Así, al bloquear la función de la PD-1, el sistema inmunológico puede ser movilizado para responder y destruir a las células cancerosas con un efecto positivo sobre la demencia senil.
Con el fin de comprobar su eficacia en el tratamiento del alzhéimer, los investigadores suministraron el medicamento a ratones que previamente habían sido alterados genéticamente para expresar las características propias de la enfermedad como pérdida de la memoria y acumulación de amiloide. Tras un periodo de dos meses, los roedores mostraron una mejoría en su aprendizaje y en su capacidad de memoria, así como una notoria disminución de las placas de amiloide en el cerebro frente a aquellos que no recibieron el fármaco.
Frente a la posibilidad de hacer uso de elementos del sistema inmune para hacer frente a esta dolencia, Doug Brown, director de la sección de investigación y desarrollo de la sociedad, señaló que aún se requieren más estudios, ya que es imprescindible demostrar que el resultado alcanzado tenga el mismo efecto en los seres humanos.
Sin embargo, logró demostrarse cómo el uso de fármacos destinados a una exclusiva dolencia, pueden ser utilizados más ampliamente en muchas otras, y en el caso del alzhéimer, “podrían proporcionarnos un acceso directo a nuevos tratamientos de la demencia”, un aspecto clave del programa de descubrimiento de fármacos de la Sociedad de Alzheimer, expresó el científico.
Con información de RT
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