BUENOS AIRES — Después de vivir el mejor año de su historia en 2014, la Selección Colombia vivió un 2015 con más tristezas que alegrías. Aunque los números puedan arrojar un balance aceptable, lo que más preocupa es el rendimiento que mostró el equipo en las dos competencias importantes del año: la Copa América y las Eliminatorias. En ese sentido, se dio un paso atrás que debe recuperarse cuanto antes.
Colombia jugó doce partidos en 2015, de los cuales ganó cinco, empató cuatro y perdió tres. Como se dijo, en cuanto a resultados no parece haber mucho para reprochar, sin embargo las frías estadísticas muchas veces disfrazan la realidad futbolística. De las cinco victorias, sólo dos fueron en torneos oficiales: ante Brasil en la Copa América y contra Perú en las Eliminatorias. El resto fueron en amistoso: frente a Bahrein, Kuwait y Costa Rica. En cambio, todas las derrotas y tres empates sí fueron en juegos por los puntos. Allí es donde los números se convierten en negativos.
José Pekerman perdió su invicto como local en partidos de clasificación mundialista ante Argentina y también sufrió una derrota categórica en Uruguay. Antes, la Tricolor había caído frente a Venezuela en Chile, donde también mereció una derrota en los cuartos de final contra la Albiceleste -perdió por penales-. Porque su piso estaba muy alto, este fue el peor año del ciclo del DT argentino. Sin dudas.
Sólo hubo dos actuaciones que merecen ser destacadas y que deben ser observadas para intentar repetirlas en el futuro cercano. La victoria contra Brasil en la Copa América sirvió para dar una muestra de carácter y comprender que se puede competir contra los mejores, mientras que el buen empate obtenido en Santiago por las Eliminatorias fue muy importante porque el rival estaba imparable y porque la Tricolor demostró autoridad. Colombia se debe mirar en esos espejos, porque está claro que tiene material para jugar mucho mejor de lo que lo hizo en la mayor parte del año.
También es muy positiva la estabilidad de Pekerman en su cargo. Hace pocos días, Teo Gutiérrez afirmó: “Es un entrenador que siempre busca la victoria. Trabaja mucho en las fechas FIFA y ha cambiado la mentalidad del jugador colombiano”. Eso es lo que piensa en la gran mayoría en Colombia. Nadie duda de la capacidad del técnico argentino y está claro que él es el único que puede dar vuelta este mal momento.
Los problemas que vivió la Selección son varios, pero pueden resumirse en tres cuestiones: recambio generacional, lesiones y bajo nivel individual. Tras la Copa del Mundo de Brasil, los dos principales líderes del vestuario dejaron el equipo nacional y ese vacio todavía no pudo ser llenado. Faryd Mondragón y Mario Yepes ayudaron a Pekerman a devolverle la vida al fútbol colombiano y sus retiros se sufrieron más de lo esperado. Su aporte iba mucho más allá del campo de juego. Eran los líderes positivos del grupo, algo vital para pelear por objetivos importantes. Será tarea del cuerpo técnico encontrar otros hombres capaces de cumplir ese rol.
A lo largo del año, varias de las piezas clave del equipo sufrieron alguna lesión que los marginó de las convocatorias. Abel Aguilar, Edwin Valencia, Falcao García, James Rodríguez, Jackson Martínez y Pablo Armero se perdieron uno o más partidos. A eso hay que sumarle que Juan Guillermo Cuadrado y Carlos Sánchez fueron suspendidos en momentos cruciales de la Copa América y de las Eliminatorias. Es decir, que no se pudieron reemplazar estas ausencias y eso debilitó el funcionamiento colectivo.
Por último, los problemas de algunos jugadores importantes en sus clubes también repercutieron en el Seleccionado. El caso paradigmático es el de Falcao, quien desde aquella lesión en enero de 2014 todavía no pudo encontrar su lugar en el mundo. Sus pasos por Manchester United y Chelsea fueron problemáticos y no sólo sumó pocos minutos de juego, sino que en esos minutos no estuvo ni cerca de su mejor nivel. Pero el delantero samario no fue el único. Cuadrado -en la primera parte del año-, Armero, Zuñiga y Ospina también jugaron menos de lo habitual. Hasta el fastidio de James con Rafa Benítez se sufrió.
Pero no todas fueron pálidas. Este año, Pekerman pudo hacer debutar en la Selección a varios jóvenes y hasta encontró un titular indiscutido para las próximas temporadas. Jeison Murillo ha sido el mejor futbolistas de la Tricolor en 2015 porque no necesitó tiempo de adaptación y porque demostró su enorme jerarquía desde el primer minuto. Hasta convirtió el único gol en la Copa América. También hicieron su presentación internacional Andrés Rentería, Darwin Andrade, Andrés Felipe Roa, Kevin Balanta, Gustavo Cuellar, Johan Mojica, Helibelton Palacios, Fabián Castillo, Felipe Pardo y Daniel Torres. Ampliar la base siempre es muy importante.
El próximo año será similar a este y Colombia tendrá buenas oportunidades para encontrarse consigo misma. La Copa América Centenario y las Eliminatorias serán otra vez los principales objetivos del plantel. Hoy, es el momento de olvidar todos los problemas, afianzar las virtudes y volver a creer que es posible competir contra cualquiera. Este grupo de futbolistas ya lo hizo y lo volverá a hacer.
Información: espn
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