Guamuchil, Sinaloa.- A sus 67 años, Silas Manuel Uriarte Olivas sigue siendo una figura emblemática del fútbol en Salvador Alvarado, Sinaloa.
Con una asombrosa trayectoria que abarca más de cuatro décadas, este centro delantero ha dejado su huella en cada campo que ha pisado, acumulando alrededor de 1600 goles y consolidándose como una leyenda del deporte local y nacional.
Uriarte Olivas ha destacado por su dedicación y talento, siendo seleccionado municipal por diversas ciudades de Sinaloa como Salvador Alvarado, Angostura, Mocorito, Culiacán y Mazatlán, su capacidad para competir a alto nivel le ha permitido participar en torneos locales, nacionales e internacionales, cosechando numerosos campeonatos y forjando amistades duraderas en cada rincón del estado y más allá.
Su trayectoria es de 14 participaciones en campeonatos nacionales de fútbol, con 7 títulos y 7 subcampeonatos en su haber, además, ha sido reconocido en dos ocasiones como jugador más valioso, un testimonio de su habilidad y liderazgo en el campo.
Durante 18 años, Uriarte jugó en la capital del estado, Culiacán, donde la mayor parte del tiempo se coronó campeón, demostrando su inigualable destreza y compromiso con el deporte.
A lo largo de su ilustre carrera, Silas Manuel ha tenido el honor de compartir cancha con algunos de los mejores jugadores de Sinaloa, como Memo Almeyda, Mini Reyes, Oscar Maturin, Jorge Castaños, Goyo Díaz, Keko Rubio, Rogelio Ruelas, Carlos Higuera, Guajo García, Los patos Urias y Petoche García, estas colaboraciones no solo han enriquecido su experiencia, sino que también han cimentado su estatus como uno de los pilares del fútbol local de Guamúchil.
Silas Manuel Uriarte Olivas no solo ha sido un jugador excepcional, sino también un verdadero embajador del fútbol de Sinaloa.
Su legado es una inspiración para las nuevas generaciones, y su impacto en la comunidad deportiva perdurará por muchos años, con cada gol, cada campeonato y cada reconocimiento, Uriarte ha demostrado que la pasión y el esfuerzo pueden transformar una vida y dejar una marca imborrable en la historia del deporte.