Juchitán.– Ataviada con un huipil de la cultura zapoteca con más de 60 años de antigüedad y herencia familiar, la escritora y poetisa diidxazá Irma Pineda Santiago aparece sonriente en el boleto que le fue dedicado del Sorteo Superior 2797 de la Lotería Nacional, que se realizará el próximo 23 de febrero.
“Siento alegría y orgullo porque es un reconocimiento hacia los pueblos originarios, porque visibiliza la existencia de sus culturas y sus lenguas que cotidianamente enfrentan el desplazamiento por la ruta de la discriminación y el olvido”, expresa a EL UNIVERSAL la juchiteca.
Para la autora del libro de poesías reunidas bajo el título de “La nostalgia no se marcha como el agua de los ríos” (Xilase qui rié di’ sicasi rié nisa guiigu’), su imagen y la de otros escritores indígenas estimularán entre los jóvenes la literatura de los pueblos originarios.
El Sorteo Superior 2797 de la Lotería Nacional, recordó Irma Pineda Santiago, es un reconocimiento a las culturas y lenguas indígenas, en el marco de Día Internacional de las Lenguas Indígenas, instituto por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (Unesco por sus siglas en inglés) en 1999.
La poetisa zapoteca estaba en la Universidad de Houston dando talleres sobre Escritura en Lengua Indígena a estudiantes de doctorado del Departamento de Estudios Prehispánicos cuando se enteró que su rostro, con esa sonrisa mezcla de la timidez y la alegría, apareció en el billete.
Con los boletos circulando en los expendios de la Lotería Nacional de todo el país, Irma Pineda Santiago recordó que en el mes de mayo del año pasado le hablaron del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) para pedirle una fotografía.
Envuelta en rebozo rosa y negro, elaborado en Santa María del Río, San Luis Potosí, la cuna del rebozo en México, un collar de cuentas de madera alrededor del cuello, unas arracadas de la orfebrería juchiteca, su imagen fue tomada por la comunicóloga triqui Palmira Flores y es con la ha quedado plasmada en el billete de lotería.
EL UNIVERSAL