La Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) llevó a cabo la presentación del libro “Escritura Académica a la Carta: Recuento de Daños y Perjuicios en la Universidad”. Dicha actividad de investigación estuvo enmarcada dentro de las Jornadas Universitarias del Conocimiento UAS 2023, Retribución Social con Sentido Humanista.
El doctor Crisanto Salazar González, académico de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UAS y Autor-Coordinador de este libro, dijo que esta obra es una compilación de diez años de investigación que se ha desarrollado en conjunto con la doctora María Luisa Guadalupe Verástica Cháidez, a partir del cuerpo académico con que cuenta esta unidad académica.
Mencionó que durante todo este tiempo se ha estado explorando sobre las dificultades que enfrentan los jóvenes para leer y escribir a nivel profesional. El interés de este ejemplar es, desde el primer al décimo capítulo donde se exploró, pero también se dan sugerencias de cómo atender estas deficiencias como docentes en la formación profesional.
Asimismo, Salazar González señaló que, por lo regular, como docentes se han hecho a la idea de que los estudiantes no saben leer ni saber escribir, se etiqueta como tal y así se trabaja con ellos durante toda su formación y su carrera universitaria, donde la escritura y lectura se asume como algo ya aprendido en otros niveles educativos anteriores y, por lo tanto, los jóvenes tendrán que resolver sus deficiencias de lectoescritura por su propia cuenta encomendándose a Google y You Tube.
Puntualizó que, si a nivel profesional se ayudara a esos jóvenes a partir de prácticas letradas de generar la cultura escrita, seguramente que, aun sin tocarlo como un objetivo de enseñanza aprendizaje, el estudiante va a desarrollar las habilidades comunicativas, hablar como un profesional en su área, pensar como un profesional, observar, leer , escribir como los miembros de su comunidad que es ahí donde se le está apostando, siendo esta la nueva corriente dentro de lo que es la escritura y lectura a nivel internacional orientada a generar, provocar en los ámbitos académicos de cada una de las licenciaturas, prácticas de escritura escrita.
En relación al mensaje central de este libro a la comunidad académica, el autor dijo que es la de prestar atención a las dificultades que tiene el joven y no centrarse como docentes únicamente en el contenido temático.
Indicó que dentro los avances de los instrumentos tecnológicos, qué es lo que viene con los jóvenes donde existen algunos que no sabe leer digital, y otros no saben, ni conocen suficientemente los procesadores de textos, mínimamente en Word, donde se deja en evidencia que el estudiante conoce lo minúsculo y este no es el único procesador de texto existiendo muchos más como el PDF, donde se requiere se conozca y cómo se utiliza al momento de escribir.
En conclusión, el doctor Crisanto Salazar dijo que en este libro se encontró un diagnóstico de las dificultades de lectura y escritura que padecen los jóvenes en la Universidad, por lo que se van a dar a la tarea de encontrar algunos remedios que se puedan replicar en la vida universitaria, como los clubs de lectura, la escritura colaborativa, los centros o programa de escritura, la escritura en línea, los concursos de escritura, los textos dominantes en la formación, entre otros.
Por su parte, la doctora María Luisa Verástica Cháidez habló de las ponencias que contiene este libro, que fueron parte de las actividades realizadas desde el 2010 a la fecha, donde se está colaborando con una red de escritura y comunidades discursivas, donde se han enfocado en lo que son las prácticas de escritura y lectura en la Universidad, tanto en educación media y media superior, donde se han encontrado cosas muy valiosas que han motivado a seguir en este camino.
Mencionó que esta investigación fue auspiciada por el Programa de Fomento y Apoyo a Proyectos de Investigación (PROFAPI) y tiene que ver con la participación de los estudiantes en subir tareas, textos que tienen que ver con las lectura académicas y literarias en una matrería que se llama Producción e interpretación de textos literarios y otra que se llama Producción e interpretación de textos académicos.
Esta actividad, realizada por los alumnos, dio pie para investigar cuáles eran las dificultades que se estaban presentando al momento de interactuar con este tipo de plataformas y cuáles eran las formas más utilizadas que ellos preferían de las que les estaban solicitando de parte de los docentes.
Finalmente, la doctora Verástica Cháidez agregó que en la formación de los círculos de lectura o como sala de lectura, el docente que esté al frente deberá de leer quinientos libros, dependiendo del nivel educativo en que se encuentre.