Culiacán, Sin. (Proceso).- Entre la sierra de Durango y Sinaloa fuerzas militares desplegaron operativos por aire y tierra los días 24 y 25 de febrero últimos. Presuntamente buscaban capturar a Aureliano Guzmán Loera, conocido como El Guano, hermano de El Chapo y uno de los capos buscados por el gobierno de Estados Unidos, que ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por información que conduzca a su captura.
El único resultado informado por autoridades fue la aprehensión de tres civiles relacionados con el hermano del Chapo en Badiraguato, que se logró sin mayores repercusiones ni reacciones, pese a que se trata de uno de los grupos más violentos y de los antecedentes que pusieron a Aureliano Guzmán en la mira del Ejército.
El Guano es ubicado como uno de los cabecillas del crimen organizado que busca controlar estos territorios y se confronta con sus sobrinos, los hijos del Chapo que mantienen la facción del Cártel de Sinaloa conocida como “Los Chapitos”. La disputa se da sobre todo en la sierra de Badiraguato.
Después de horas de hermetismo y mínima información oficial, medios locales comenzaron a difundir versiones sobre la presunta captura de Aureliano Guzmán en Durango, supuestamente durante un operativo realizado el 24 de febrero pasado en el poblado el Durazno, en la zona serrana que colinda con Badiraguato y Culiacán. Pero todo quedó en rumores y en la inquietud de habitantes de esta región, quienes saben lo que estas movilizaciones pueden desatar.
El Durazno se encuentra a poco más de 80 kilómetros de la capital de Sinaloa y es una de las áreas de influencia del Guano. Ese 24 de febrero el poblado quedó paralizado con el cateo de bodegas, locales e incluso dos hoteles sitiados.
Según fuentes consultadas por Proceso, el operativo comenzó en el municipio de Tamazula, Durango, en la madrugada, y se extendió durante el resto del día. Al menos ocho helicópteros sobrevolaban la zona.